[Jorge Martín Montoya Camacho y José Manuel Giménez Amaya] Una de las características principales del mundo en que vivimos es lo que denominamos la presencia de un vitalismo metabólico. En este artículo queremos profundizar en el uso antropológico-cultural de este concepto al relacionarlo con los deseos humanos de felicidad y salvación y las implicaciones de la tecnología para, finalmente, llevar a cabo una conclusión a través de un posible escenario distópico. Sostenemos que la supremacía cultural de este tipo de vitalismo ha llevado al oscurecimiento de una visión natural y unitaria de la experiencia de la caducidad del cuerpo humano y, por tanto, también de la necesidad natural del hombre de ser salvado. Desde un punto de vista antropológico, analizamos que en la base de todo este proceso se encuentra el recorte de los fines naturales de lo que definimos como intencionalidad corpórea, la cual es difícil de entender si no se produce una integración adecuada, teleológicamente, de los aspectos biológicos y espirituales del ser humano.
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Introducción y presupuestos: sobre el vitalismo en sentido antropológico y cultural
Una de las características principales de la cultura contemporánea en la que nos encontramos es lo que denominamos la presencia de un vitalismo metabólico. Como pasaremos a ver en este trabajo, nuestra aproximación a la realidad, a través de estos términos, se encuadra dentro del análisis de la cultura que la Modernidad ha impreso en nuestro mundo, y en la proyección moral que tiene esa idea para el ser humano en particular, y para la sociedad en general. En este sentido, hacemos un uso del término vitalismo en un contexto cultural que incluye también el modo con el que las ciencias empíricas, y las reflexiones sobre sus propios fundamentos, identifican a los seres vivos. Sin embargo, no se restringe a tales aportaciones.
El sentido en el que empleamos el vitalismo metabólico se localiza en el ámbito donde se han establecido creencias profundamente arraigadas sobre el valor de la corporalidad en la cultura contemporánea, y en su engranaje con la idea de salvación, en un mundo donde prima la tecnología. Una consecuencia de esta forma de abordar el vitalismo es su amplitud para un análisis integrador de la teleología natural dentro de los fines de la vida humana en su conjunto.
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Finalidad (teleología), intencionalidad del cuerpo y la necesidad natural del ser humano de ser salvado.
Antropológicamente, la unidad de la experiencia de la vulnerabilidad humana solo es posible cuando se considera al hombre en su unidad de fines tanto del cuerpo como del espíritu. Este tipo de unidad se da en diferentes niveles que se implican mutuamente, que se van desvelando al considerar los fines de la persona, en la que la corporalidad posee una intencionalidad propia que se ajusta al fin último de su existencia. De este modo, las repercusiones en la experiencia del ser humano de la necesidad que tiene de salvación son importantes: la vulnerabilidad y la dependencia se convierten en pilares naturales para el ejercicio de virtudes morales que tienen en el centro la noción de cuidado. Además, esa conciencia unitaria de su caducidad se convierte en un principio natural que lleva a la definitiva aceptación de la trascendencia material de su vida, la cual no puede alcanzar por sí mismo.
Existe una suerte de imposición desde un orden humano superior al individuo, que emplea la tecnología como una especie de naturaleza supletoria de su voluntad, y que reduce la intencionalidad de su cuerpo a una única funcionalidad, individual y social a la vez: gozar del placer corporal. Su finalidad es motivar determinadas decisiones del sujeto que, al ser consideradas como estabilizadoras de la sociedad, pasan a formar parte de una especie de “orden moral”. Y, por esto mismo, el placer corpóreo toma las características de un elemento de “salvación” frente a la posibilidad de destruir el “orden” que se presenta en esta distopía. Así, el placer que domina este tipo de sociedad desvía la atención del sujeto de sus verdaderos problemas, y de las cuestiones de su vida que van más allá de la muerte.
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Salud corporal y el intento actual de felicidad del vitalismo metabólico
El estudio del proceso natural de desgaste y deterioro orgánico que se realiza de manera unitaria en el envejecimiento es una cuestión que está sujeta a la investigación biológica. No obstante, saber por qué ocurre este proceso corruptible es una cuestión bastante complicada, ya que requiere el esclarecimiento de cuestiones relacionadas con otras experiencias fraccionarias, y que se conectan también con la caducidad humana.
De una parte, se trata de entender cómo en el ser humano los cambios biológicos (materiales) no interrumpen su unidad sustancial. El cuerpo sigue el rumbo de la vida humana: no se corrompe por partes, sino que lo hace de manera unitaria. Sin embargo, de otra parte, la experiencia de la enfermedad puede contribuir de modo significativo a la comprensión de la fragilidad y caducidad del hombre de modo global, aun cuando tal experiencia se percibe solamente en ciertos elementos corporales.
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El deseo contemporáneo de una salvación tecnificada
La aspiración natural del ser humano a la salvación se identifica con su deseo de felicidad, en lo que ésta última tiene de plenitud. Este es el pensamiento de Tomás de Aquino cuando habla de la felicidad perfecta de los bienaventurados, en contraste con la imperfecta, que se da en esta vida, y que es la que encontramos en Aristóteles.
La idea es alcanzar la felicidad por medio de una voluntad técnicamente fortalecida, y sometida constantemente a la búsqueda eficaz de un estándar de vida que alivie todo dolor o sufrimiento que nos pueda sacar de ese estado deseado. La finalidad de la vida se reduciría, por tanto, a buscar la satisfacción de las propias apetencias del sujeto. Sin embargo, la contrapartida sería vivir constantemente contrariados porque, al crecer nuestros deseos de estar satisfechos se incrementarían, también, aquellos que llevan a buscar más elementos tecnológicos que permitan el control de los diversos aspectos vitales.
El trasfondo hedonista e individualista se hace patente cuando el intento de dominar esos deseos, y expectativas vitales, tiene como finalidad alcanzar el estado que ofrece el vitalismo metabólico.
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Conclusión
El concepto de vitalismo metabólico en la cultura contemporánea tiene relación con la idea de salvación en un mundo dominado por la tecnología. Es de vital importancia considerar la unidad de fines del cuerpo y el espíritu en la experiencia humana de la vulnerabilidad y la dependencia, puesto que esta conciencia es esencial para el ejercicio de virtudes morales basadas en el cuidado.
Así, se concluye que la imposición de un orden humano superior reduce la intencionalidad del cuerpo a una única funcionalidad, el placer corporal, lo que desvía la atención del sujeto de los verdaderos problemas y cuestiones de la vida que van más allá de la muerte. Por ultimo, se aborda el proceso natural de envejecimiento y la experiencia de la enfermedad en relación con la fragilidad y la caducidad humana discutiendo así la aspiración natural del ser humano a la salvación y la búsqueda de la felicidad a través de una voluntad técnicamente fortalecida.
Este artículo fue publicado en la revista Razón y fe