Las fuentes de la filosofía inglesa en el pensamiento rosminiano: El caso “John Locke”

[Samuele Francesco Tadini] Al considerar la Lógica de Rosmini y el conocido Ensayo sobre el entendimiento humano de Locke, es posible encontrar algunos elementos de comparación, útiles para poner de relieve una posible relectura de los dos pensadores, libre de paradigmas interpretativos preestablecidos. Más allá de las diferencias entre los dos filósofos, se puede constatar un cierto grado de acuerdo sobre ciertos temas, relativos al lenguaje, la verdad de las proposiciones, la verdad absoluta, la demostración de la existencia de Dios a partir del yo concreto, la probabilidad, el consenso, la relación entre la razón y la fe y el error. Este acercamiento es significativo y, desde un punto de vista histórico-teórico, nada desdeñable.

 

ROSMINI Y LA FILOSOFÍA BRITÁNICA

En primer lugar, quisiera agradecer a la junta directiva de SOFIC por la muy grata invitación al seminario intercontinental del 2024. Me resultó en sumo grado estimulante y útil poder compartir algunos de los resultados de mis investigaciones con otros estudiosos y entusiastas de “las cosas filosóficas”, de manera especial cuando se trata de Rosmini, que es sin duda el pensador italiano al que más me siento estrechamente vinculado.

Durante los últimos veintisiete años –mis estudios sobre Rosmini comenzaron en el 1997– me he ocupado del pensamiento de Rosmini, de sus obras (además de la dirección de dos revistas dedicadas a Rosmini –la “Rivista Rosminiana di filosofia e di cultura”, órgano oficial del Centro Internazionale di Studi Rosminiani de Stresa, y “La Sociedad Rosmini”, publicación periódica del Instituto Rosmini de Varese–, he dirigido algunas ediciones críticas de las obras de Rosmini, entre ellas Rosmini 2009, Rosmini 2011, Rosmini 2017, Rosmini 2019 e Rosmini 2021), de las diversas interpretaciones que han surgido en el marco del “rosminianismo filosófico” (Tadini, 2017; Tadini 2018; Tadini 2019; Tadini 2020; Tadini, 2021a; Tadini, 2022a; Tadini, 2023) , y de las fuentes de la filosofía anglosajona presentes en su teoría (Tadini y Buganza 2023; Tadini, 2022b).

En el plano historiográfico y teórico, mi trabajo tiende a demostrar cómo las fuentes de la teoría rosminiana presuponen elementos mucho más articulados y complejos respecto a las interpretaciones más difundidas. De hecho, según estas últimas y en particular según las filiaciones ideológicas del intérprete de turno, Rosmini hubiera sido principalmente un gran intérprete de Santo Tomás (para los partidarios del “paradigma interno”), o, al contrario, un peligroso filósofo contrario a Santo Tomás (para el “paradigma neotomista”), o el “Kant italiano” (según la vulgata neoidealista), etcétera. Sin embargo, las etiquetas categorizadoras de este tipo –tan odiadas por Rosmini– podrían multiplicarse aún más.

En realidad, con el paso del tiempo, mis estudios ya han demostrado que Rosmini consideraba a los pensadores que tuvo la oportunidad de conocer y estudiar animados por el deseo de desenterrar en sus teorías elementos ineludibles de la verdad. Por esta razón, todas las tradiciones filosóficas con las que el Roveretano se vio confrontado son decisivas para el desarrollo de su teoría; de modo que –permítanme decirlo– si no se tiene en cuenta este dato objetivo, cualquier interpretación que se quiera dar del pensamiento rosminiano podría resultar incompleta e incluso errónea.

EL “CASO JOHN LOCKE”: EL EJEMPLO DE LA LÓGICA ROSMINIANA

Los textos de Rosmini, considerados rigurosamente en un sentido compositivo-cronológico, revelan mucho más de lo que una lectura superficial, basada exclusivamente en citas explícitas, habría permitido detectar sobre la presencia lockiana en la teoría rosminiana. Hay que tener en cuenta que el aspecto “implícito” es siempre el más difícil de definir, también porque implica un conocimiento profundo de los escritos de los autores que se desea comparar sistemáticamente a través de una metodología que he definido como cronológico-teórica (Tadini, 2021b, pp. 9-17).

Rosmini leyó a Locke en traducción (de la obra An essay concerning human understanding Rosmini tuvo tres ediciones: 1) Locke, 1701; 2) la traducción francesa de Coste, Locke 1723; una parte de la traducción italiana de Francesco Soave, los cinco últimos volúmenes del Locke 1819-1826. Del Second treatise of government poseía la quinta edición de la traducción francesa Locke 1755. De la obra titulada Some thoughts concerning education poseía dos ediciones: 1) la cuarta en traducción italiana Locke 1775; 2) la sexta en traducción italiana, Locke 1792. De la obra póstuma lockiana titulada Of the conduct of the understanding poseía la traducción italiana editada por Francesco Soave Locke 1776. Rosmini poseía también, en traducción francesa, Locke 1757 y, en traducción italiana, Amice 1832), y es interesante observar cómo consiguió realizar ese complejo “completamiento” de la “carencia” teórica lockiana a través de una obra teóricamente relevante que no tenía precedentes en la historia del pensamiento italiano del siglo XIX, como ya he documentado (Tadini, 2022b, pp. 295-393). Locke, de hecho, aunque no es la única fuente “implícita” de la elaboración filosófica rosminiana, es el autor que permitió al Roveretano realizar su propio liberalismo cristiano en su obra maestra de la Filosofia del Diritto. Por lo tanto, Locke sigue siendo un autor indispensable para ahondar el pensamiento rosminiano, aunque no el único.

Aquí, por razones de tiempo y espacio, sólo me centraré en la Logica –la última obra terminada por Rosmini (empezó a escribirla el 26 de julio de 1850 y la terminó el 31 de mayo de 1851, para publicarla después en Turín en 1853 para los tipos de Cugini Pomba e Comp.)– y me enfocaré en la presencia “implícita” de algunos elementos lockianos significativos en la teoría de Rosmini.

[…]

CONCLUSIONES

El resultado de este breve análisis ha permitido reconsiderar la relación entre estos dos pensadores, más allá de las diferencias específicas que puedan detectarse. Cabe recordar, como he mencionado anteriormente, que gran parte de la crítica siempre ha tratado de observar los puntos de distancia entre ambos, a menudo animada por la necesidad de formular interpretaciones específicas al servicio de una visión particular. Aquí, en cambio, también he tratado de observar lo que acerca a los dos pensadores, ya que la objetividad de quien investiga, si quiere expresarse honestamente, se revela sobre todo en no ocultar nada.

Mi objetivo, por supuesto, no es (¡nunca lo fue!) hacer decir a Rosmini lo que nunca dijo, tampoco forzarle a entrar en una determinada corriente de pensamiento, sino más bien poner de relieve las fuentes explícitas e implícitas del pensamiento teórico rosminiano, que permiten a los estudiosos precipitarse menos en el intento de mostrar a un Rosmini definible dentro de un determinado paradigma interpretativo.

 

*Extracto del artículo publicado por Samuele Francesco Tadini (Facoltà di Teologia di Lugano – Università della Svizzera Italiana) en Razón y Fe, nº 1465, al que se puede acceder en este enlace.