[Lucia Bissoli] Al escribir el presente texto, nos sentimos empujados por varias premuras sobre el debate hodierno alrededor de la verdad. De hecho, notamos dos tendencias generales en el ámbito ético y relativo a la filosofía del lenguaje que nos inquietan. Por un lado, varios filósofos hispanohablantes hablan de la verdad como si fuera equivalente al afán ético hacia los últimos y a las víctimas. Por otro lado, parece que la verdad sirve solo para confirmar un análisis del lenguaje a partir de una conexión semántica evidente, estos son los truthmakers.
La dificultad de la primera aproximación es que reduce la verdad a un acto del sujeto humano, un acto por supuesto noble, sin embargo, solo posible, en base a la elección del mismo sujeto. Por lo tanto, esa primera perspectiva no puede garantizar protección alguna a los últimos y a los débiles si no sale del subjetivismo, que predispone a la teoría de la post-verdad y al consecuente relativismo ético y gnoseológico. De la misma manera, nos parece problemático el segundo acercamiento a la verdad, en cuanto que termina aseverando que esta tiene solo una función descriptiva de un concepto ya conocido o ya pronunciado y que por tanto resulta inútil para la selección de una teoría. De hecho, a partir de esa última perspectiva la verdad parece haber perdido la tradicional función de trascendental, es decir, deja de abrazar a la totalidad de los entes a nuestro alrededor. Al contrario, ella se fragmenta en una infinitud de “estados de cosas” sobre las cuales los sujetos expresan varios silogismos.
Por esa razón, nos resultan particularmente apreciados los esfuerzos teóricos de Maria José Frapolli de recordar la neurálgica función de los cuantificadores en los lenguajes naturales y su deseo de llegar a una teoría sobre la verdad que, en cuanto perfectible, tenga en cuenta la preferencia anti-minimalista por afirmaciones verdaderas y no solo probables (Frapolli 2013, pp. 9-14).
Con el mismo deseo y afán teórico, hemos trabajado en este monográfico, titulado Luz a las mentes, que ahora presentamos. El objetivo del presente monográfico ha sido doble. Por una parte, queremos difundir entre los lectores de lengua castellana las últimas investigaciones sobre un autor, Antonio Rosmini, que todavía el público más amplio en España no conoce y de cuya muerte hacen ciento setenta años ahora en el 2025. Por otra, queremos publicar los pensamientos de varios estudiosos, también no rosministas, alrededor del misterio de la verdad en diferentes ámbitos de estudio filosófico.
Antes que nada, nos parece necesario explicar al lector hispanohablante por qué la figura de Rosmini ha sido relevante y podría serlo todavía en el debate filosófico contemporáneo sobre la verdad. Antonio Rosmini Serbati (Rovereto 1797 – Stresa 1855) fue filósofo, fundador de un instituto religioso, un significativo educador para muchos, político activo de su tiempo e intelectual de gran alcance durante el siglo XIX. Además, lo que sorprende de este hombre es su capacidad de diálogo y apertura con todos los grandes pensadores, precedentes y contemporáneos a él: Platón, Aristóteles, Agustín, Buenaventura, Tomás de Aquino, Montesquieu, Pascal, Locke, Kant, Schelling, Fichte, Hegel. No solo leía los textos de estos clásicos en su idioma original, sino que también intentaba desarrollar su personal perspectiva a la luz de cada uno de ellos. En otras palabras, a pesar de no ser todavía ampliamente estudiado, Rosmini ha sido a todos los efectos un pensador con una mirada internacional y teóricamente profunda que debatió con varios clásicos del pensamiento humano.
Al tratar de resumir el complejo pensamiento de este autor, se puede decir que su intento fue la escritura de una nueva enciclopedia, capaz de reunir los varios saberes humanos. Esta intensa obra sistemática ocupó al pensador italiano durante todo el arco de su existencia y la podemos mirar hoy en las noventa obras de la edición nacional y crítica promovida por Michele Federico Sciacca. Esta enciclopedia rosminiana tiene un carácter distintivo, por lo cual es interesante para la actual investigación filosófica, teológica y científica. De hecho, como ya afirmó Alberto Peratoner en un artículo (Peratoner, 2008) y recuerdan Tadini y Buganza en su reciente monografía (Tadini y Buganza 2024, pp. 11-12), Rosmini no se limitó a juntar el mayor número posible de nociones ordenándolas por mero orden alfabético, según una visión cuantitativa del saber que se extiende en dirección horizontal –como planificaron d’Alembert y Diderot y como todavía funciona la IA hoy–, sino que organizó la mayoría posible de nociones de las ciencias humanas a partir del orden vertical del ser.
En otros términos, para el filósofo italiano es el ser objetivo que establece las prioridades y las relaciones entre las ciencias, no el ser humano a partir de sus perspectivas personales o de lo que ya estableció poder conocer. A pesar de sus inclinaciones racionalistas y de su consideración por Kant (Fenu 2016, p. 40 y pp. 19–41), Rosmini rechazó cualquier forma de subjetivismo y escepticismo apriorístico. De hecho, por un lado, según él, el ser es efectivamente una verdad inteligible, que ilumina al pensamiento y también toda mente humana. Por otro lado, el ser no se reduce para Rosmini a un simple conjunto de objetos materiales numerables, sino que es una red infinita e intrincada de relaciones de las cuales los seres humanos participan solo en parte.
Por lo tanto, según nuestro autor, somos conscientes de toda esta complejidad de manera efectiva solo parcialmente. La verdad del ser se muestra a nosotros, pero no la podemos ni conocer inmediatamente ni definirla del todo, en cuanto que no la controlamos y no somos nosotros su fuente (Rosmini, 2003-2005, n. 465, vol. 4, p. 62; Rosmini, 2007, nn. 87–88, p. 171; Rosmini, 1998-2002, Prefazione, n. 9, vol. 12, p. 48). En conclusión, la esencia de la verdad es misteriosa, en el sentido que no la podemos agotar y continuamente descubrimos novedades buscándola (Rosmini, 1979, n. 40, pp. 77-78; Rosmini 1979, n. 37, p. 72). Sin embargo, solo este misterio es la guía para cualquier verdadero avance científico, en cuanto que solo si el hombre se abre y se convierte al horizonte infinito del ser objetivo, comprende la verdad y, en consecuencia, ama y quiere la justicia, es decir, reconoce la realidad por lo que es. Esa abertura al ser no involucra solo la dimensión intelectual de la vida humana, sino también su dimensión ética y jurídica. De hecho, solo por la vía del reconocimiento, el hombre admite la presencia del ser más allá de sus esquemas mentales y sus intereses parciales, y puede remediar sus errores gnoseológicos y sus culpas hacia las víctimas (Rosmini, 1998-2002, Libro III, n. 1049, p. 364).
Pasamos ahora a hacer una síntesis de los artículos que conforman nuestro volumen.
El primero que encontramos está escrito por el Profesor Paolo Pagani (Universidad Ca’ Foscari). Él nos ofrece un análisis teórico de los textos de Rosmini en comparación con Hegel, enseñando en qué sentido el Roveretano es un heredero crítico del filósofo alemán. De hecho, los dos autores piensan que el ser se auto-revela a la mente y, por lo tanto, que esta superabundancia es el inicio del verdadero saber humano, no el vacío de la tabula rasa. Sin embargo, el ser al final es solo uno entre los momentos de la dialéctica para Hegel y por lo tanto tiene que ser superado en la nada y en el devenir. Al contrario, para Rosmini, una verdadera alternativa al ser simplemente no es pensable porque no puede subsistir. De hecho, si esta hipotética solución fuera ya pertenecería al ser, en cuanto de alguna manera “existiría”. De esta manera, el artículo de Pagani ahonda la particular relación dianoética que Rosmini pone entre ser y pensamiento y aclara la distinción entre el ser inicial rosminiano y el ser abstracto de Hegel.
El profesor Tadini (Facoltà di Teologia di Lugano, Università della Svizzera Italiana) en su artículo enseña las posibles conexiones temáticas y la referencias implícitas entre Locke y Rosmini, a pesar de que este último haya criticado varias veces al pensador inglés. De esta manera, Tadini intenta aconsejar una relectura historiográfica que modifique el prejuicio actual sobre Rosmini.
El último artículo de la primera parte del volumen es el escrito por el Profesor Jacob Buganza (Universidad Veracruzana). Él reconstruye los análisis de Giuseppe Buroni, atento estudioso de los textos metafísicos rosminianos y también crítico de Rosmini, a partir de la obra Nozioni di ontologia. De esa manera, Buganza ofrece una visión sistémica de las diferentes nociones claves de la metafísica rosminiana: relación entre Ser y entes; unidad del ser y multiplicidad de los entes; la creación como acto de la Mente de Dios; la demonstración de la existencia de Dios.
En la segunda parte del presente volumen escriben otros cuatro autores italianos e hispanohablantes alrededor del concepto de verdad. Antes que nada, presentamos el texto del Profesor Virgilio Cesarone (Università D’Annunzio), el cual hace un análisis crítico del diario de Dag Hammarskjöld –el secretario de las Naciones Unidas que murió trágicamente en el 1961 mientras intentaba arreglar un conflicto en el continente africano–. Ese diario, que Hammarskjöld escribió entre el 1925 y el 1961, era una verdadera “negociación” entre él y Dios, que Cesarone interpreta como ejemplo de una teología política, porque pone en relación la eternidad y los hechos de la historia. Por lo tanto, en su análisis, Cesarone evidencia algunos aspectos claves del pensamiento y del método que guiaron las acciones políticas de Hammarskjöld. Antes que nada, el Profesor nos presenta el concepto de epojé “hacia fuera”, con referencia a Husserl. En segundo lugar, él nos presenta la importancia que ese político dio a la meditación dedicando una habitación en el edificio de las Naciones Unidas para que cualquier persona creyente pudiese meditar (the Room of Stillness). A ese propósito, Cesarone discute si se pueda o no hablar de Hammarskjöld como un místico de la contemporaneidad y en qué medida su visión de la religión y de la fe corresponde a una necesidad verdadera de cualquier creyente.
El texto del Profesor Bettineschi (Università degli studi di Messina), análogamente al artículo de Paolo Pagani, ahonda el tema de la relación entre pensamiento y verdad, pero no en la matriz de una aproximación a un autor, sino considerando este tema a través de un estudio teórico y crítico comparando la hermenéutica, la filosofía analítica y el neoidealismo italiano. La tesis que sostiene Bettineschi es el realismo puro –desarrollado y formulado expresamente por Gustavo Bontadini y su escuela de pensamiento–. Según dicho realismo, la verdad no es ajena al pensamiento humano, pero ni siquiera es producto de tal pensamiento. Por último, Bettineschi indica en su artículo las implicaciones que se derivan del realismo puro: la práctica humana pide y exige operar con la verdad o a partir de la verdad, especialmente en referencia a las temáticas más importantes. Y, al mismo tiempo, nota el profesor, la praxis humana se desarrolla siempre en el pensamiento y sobre la base de éste. Por tanto, concluye Bettineschi, si el pensamiento humano no fuera capaz de conocer la verdad, todas nuestras acciones prácticas perderían su sentido.
A continuación, recordamos el artículo del profesor Stefano Santasilia (Universidad Autónoma de San Luis Potosí). Su texto se enfoca en la afirmación de Cristo en los evangelios, donde Él mismo se presenta como la verdad. La opinión que guía el trabajo de Santasilia es que no se puede interpretar estos pasajes considerando la verdad como la adaequatio; de hecho, Jesús nos propone una verdad a la cual se puede acceder sólo a través de Su misma persona. Por lo tanto, según Santasilia, la propuesta de Michel Henry resulta interesante al fin de detectar otra modalidad más originaria de la verdad y capaz de estar en sintonía con la presentación que el Cristo hace de sí mismo.
Por último, resumimos el texto del investigador Arturo Morales Rojas (Universidad Complutense de Madrid). Su trabajo intenta llevar a cabo el análisis hermenéutico aplicado a las disquisiciones filosóficas de Agustín de Hipona y Søren Aabye Kierkegaard acerca de la verdad. Ambos, según Morales Rojas, consideraron la verdad a partir de la relación entre el ser humano y Dios y concluyeron que esa tiene al mismo tiempo un valor ontológico y antropológico. Por lo tanto, el estudioso focaliza su atención a las categorías temáticas de la interioridad, la elección de sí mismo y el existir-en-la-verdad.
Un posible lector podría pedirnos cuál es el vínculo que une todos estos autores tan distintos y unos estudios entre ellos también tan diferentes. Por un lado, hemos ya afirmado que todos estos artículos intentan ofrecer una reflexión no banal sobre la verdad hoy, teniendo en cuenta las dudas del hombre moderno. Por otro lado, consideramos que todas estas personalidades –Agustín, Locke, Hegel, Rosmini, Kierkegaard, Husserl, Dag Hammarskjöld, Gustavo Bontadini y Michel Henry– pertenecen al gran intento de la philosophia perennis, es decir, al pensamiento que no evita ofrecer una opinión particular, sino que se atreve a ofrecer una teoría filosófica, perfectible, pero al mismo tiempo universal.
Este volumen es uno de los primeros intentos de divulgación del pensamiento de Antonio Rosmini en España, así como uno de los primeros intentos de dialogo en castellano entre el Roveretano y otras grandes mentes filosóficas antiguas, modernas y contemporáneas. Por eso esperamos seguir colaborando con la revista Razón y fe y ya en este momento agradecemos el comité editorial de la revista por su trabajo intenso y su colaboración valiosa en el proceso de preparación del presente monográfico
*Lucia Bissoli es editora invitada del número especial de Razón y Fe sobre Rosmini y la verdad, “Luz a las mentes” y profesora en la Universidad Francisco de Vitoria. Esta entrada es el editorial que ha escrito para dicho número y que puede encontrarse en la web de Razón y Fe.
Referencias
Fenu, C. M. (2016). Rosmini e l’idealismo tedesco. Edizioni Rosminiane Sodalitas.
Frápolli Sanz, M. J. (2013). The nature of truth: an updated approach to the meaning of truth ascriptions. Springer.
Peratoner, A. (2008). Enciclopedismo ontologico e Metafisica dell’unitotalità. La via di Antonio Rosmini alla deframmentazione dei saperi. Marcianum 4, 13–62.
Rosmini, A. (1979). Introduzione alla filosofia (P. P. Ottonello, Ed.; Vol. 11. Città Nuova Editrice.
Rosmini, A. (1998-2002). Teosofia (M.A.Raschini & P.P. Ottonello, Eds.; Vols. 12-17). Città Nuova Editrice.
Rosmini, A. (2003-2005). Nuovo Saggio sull’origine delle ide (G. Messina, Ed.; Vols. 3-5). Città Nuova Editrice.
Rosmini Serbati, A. (2007). Il rinnovamento della filosofia in Italia (G. Messina, Ed.; Vol. 7). Città Nuova Editrice.
Tadini, S.F. & Buganza, J. (2024). La Teosofía de Rosmini. Lambda Editorial.