[Lluís Oviedo Torró OFM] Nos preguntábamos en una entrada anterior en FronterasCTR en qué medida pueda hablarse de un retorno de Dios en un ambiente cultural muy secularizado. Se dan indicios, decíamos, algunos de ellos muy explícitos. Otros no tanto. Completamos aquí el mapa de esos indicios con algunos nuevos estudios que se han publicado recientemente.
Dios nunca se ha ido de nuestro mundo, pero ciertamente ha dejado de ser perceptible para muchos en ambientes muy secularizados, o que tratan de esconder o disimular su presencia, como si se tratara de una referencia molesta. Además de los datos aportados en el estudio anterior, quiero referirme a otros que llaman la atención en estos años recientes.
El primero se refiere a ciertos signos de revival cristiano en sociedades avanzadas, como es el caso de Inglaterra y de Francia, donde muchas celebraciones en iglesias de ciudades se ven más atendidas, sobre todo por familias jóvenes y personas de formación superior. El éxito y expansión que conocen en Espala los movimientos de Hakuna, Emaus, Effetta, entre otros, también apuntan a una vitalidad inesperada, pues muchos creían que ya no estaba de moda ser cristiano, o que era algo sólo para fracasados y gente sin demasiados recursos. Lo más fuerte en ese sentido es un artículo en el New York Times, publicado en el verano de 2022, que nos dice que el club que más mola en New York es la Iglesia católica.
Otro síntoma que hace pensar es la profusión de noticias sobre personas que han descubierto la fe cristiana tras un cierto alejamiento, y en algunos casos como reacción al ateísmo más agresivo, o como cansancio ante la sequedad y aburrimiento del ámbito secular, sin religión. Hay muchos testimonios a ese respecto, algunos de ellos se recogen en libros como el de Justin Brierley, The Surprising Rebirth of Belief in God (2023).
Por otro lado, uno de los síntomas que más llaman la atención, es la profusión de estudios que se están publicando estos años sobre la relación positiva entre religión y salud, religión y bienestar, religión y desarrollo virtuoso (flourishing). Sorprende la cantidad de estudios que se publican cada año y casi todos con indicaciones sobre lo saludable y buena que es la fe, o mejor, la práctica religiosa (véase por ejemplo este artículo publicado hace muy poco)
Un último síntoma se refiere a la publicación del libro Dios – la ciencia – las pruebas, que ha vendido más de 220.000 ejemplares en Francia, y también se está distribuyendo bien en España. Sus autores nos enseñan como la ciencia bien entendida nos acerca a Dios. Es el caso más llamativo a nivel editorial, pero hay otros estudios más especializados que apuntan a una real convergencia entre ciencia y fe e incluso a una posible conjunción entre sus explicaciones (Conjunctive Explanations in Science and Religion).
Todo eso y mucho más nos hace pensar que Dios vuelve a estar más cerca o que se dan condiciones culturales que facilitan nuestro encuentro con Él. Parece que ya va pasando de moda la actitud de rechazo o alergia hacia la fe cristiana; y además puede sentarnos bien refrescar dicha fe.