[Leandro Sequeiros] Como ya apuntamos en la primera parte, el pasado 23 de agosto de 2022 falleció el filósofo tejano Larry Laudan, también considerado como filósofo interdisciplinar de la ciencia. Y en este año 2022 la comunidad científica que agrupa a los epistemólogos ha recordado el nacimiento hace un siglo del también filósofo de la ciencia de origen húngaro, Imre Lakatos (1922-1974). Sus postulados, en los que considera el esfuerzo humano por conocer la realidad como Programas de Investigación, ha calado en algunos ambientes. Y de ellos hemos tratado en otros trabajos en FronterasCTR.
Decíamos en el artículo anterior que el problema de la distinción entre lo científico y lo pseudocientífico tiene serias implicaciones éticas y políticas. El Partido Comunista de la URSS declaró (1949) pseudocientífica a la genética mendeliana —por «burguesa y reaccionaria»— y mandó a sus defensores como Vavílov a morir en campos de concentración. Más recientemente y en el otro extremo del espectro político, empresas y asociaciones de la industria del petróleo, acero y automóviles, entre otras, formaron grupos de presión para negar el origen antropogénico del cambio climático a contramano de la abrumadora mayoría de la comunidad científica.
Imre Lakatos (1921-974)
Imre Lakatos, de origen Imre Lipschitz (nacido en Hungría en 1922 y fallecido en Londres en 1974) fue un economista, filósofo y matemático húngaro de origen judío que logró salvarse de la persecución judicial nazi cambiando su apellido.
En el año 1954 huyó a Viena escapándose de las autoridades rusas luego de la fallida revolución húngara abortada por los soviéticos y posteriormente se estableció en Londres, donde colaboró en la London School of Economics.
En sus comienzos se adscribió a la escuela de Karl Popper. Lakatos, en lo que él denomina el falsacionismo sofisticado reformula el falsacionismo para poder resolver el problema de la base empírica y el de escape a la falsación que no resolvían las dos clases anteriores de falsacionismo que él llama falsacionismo dogmático y falsacionismo ingenuo.
Lakatos recoge ciertos aspectos de la teoría de Thomas Kuhn, entre ellos la importancia de la historia de la ciencia para la filosofía de la ciencia. Lakatos cuestiona a Popper, pues la historia de la ciencia muestra que los científicos no utilizan la falsación como criterio para descartar teorías enteras, como Popper defendía, sino para hacer que éstas se desarrollen y perfeccionen. Y, por otra parte, la confirmación de los supuestos científicos también es necesaria, según Lakatos, pues nos permite mantenerlos vigentes.
Lakatos sobre la ciencia y la pseudociencia
En la figura de Imre Lakatos podemos encontrar tanto el máximo desarrollo de la filosofía de la ciencia clásica, que depura y combina con una perspectiva histórica basada en la práctica real de la ciencia, como el nacimiento, en muchos sentidos, de la filosofía de la ciencia contemporánea.
Desarrolló una filosofía de la ciencia que pretendió llevar los logros de los criterios clásicos de demarcación al análisis histórico de la ciencia, incorporando el enfoque de la sociología y de la historia de la ciencia, pero evitando en todo momento caer en el relativismo de otros filósofos de la ciencia contemporáneos a él, como Kuhn o Feyerabend.
Lakatos consideró que la tarea de estudiar desde un punto de vista filosófico cómo se desarrolla el conocimiento científico no podía dejar de lado en absoluto la necesidad de establecer criterios serios de racionalidad y de honestidad intelectual, y en este sentido su figura es una solitaria isla de demarcacionismo en un periodo convulso y poco comprometido de la filosofía de la ciencia.
Lakatos se acerca mucho en ciertos aspectos a Kuhn, al que, sin embargo, criticó con vehemencia, centrándose en la racionalidad interna de los procesos de cambio interteórico en ciencia, en lugar de en la historia externa de la ciencia y en los condicionantes históricos o sociológicos que siempre presenta.
Para ello, elaboró una nueva propuesta de caracterización del quehacer científico, el falsacionismo sofisticado, y un criterio de demarcación basado en la capacidad de los programas de investigación para realizar nuevas predicciones y descubrimientos de hechos nuevos.
No se trata ya —como sucedía con las propuestas demarcacionistas clásicas como el falsacionismo o el confirmacionismo— de una demarcación basada en el análisis sintáctico de las hipótesis y teorías a fin de detectar la presencia o ausencia de metafísica en sus postulados. Se trata, en cambio, de un nuevo planteamiento del problema que incorpora muchas novedades y que hace más sofisticados los parámetros para establecer la cientificidad de un programa de investigación.
Modelos epistémicos de Lakatos y Laudan: un marco para fundamentar el trabajo interdisciplinar en ciencia y religión
En un sugerente trabajo sobre los modelos epistémicos de Lakatos y Laudan de Juan Wilfredo Choque Medrano [Revista de Investigación Scientia 1/1 (2011)] se argumenta que la universidad (y en general, el mundo intelectual) precisa hacer investigación puesto que no puede quedar al margen del quehacer científico y de producción intelectual sin afectar su naturaleza académica. Para este cometido, un centro universitario con características peculiares tiene que orientar la investigación que se realiza en su interior mediante un marco epistemológico que responda a su carácter propio. De lo contrario, los métodos utilizados para la elaboración de trabajos de investigación pueden crear un conflicto en los resultados obtenidos, pero sobre todo en el nivel de correspondencia entre la filosofía educativa y las prácticas pedagógicas e investigativas.
Esta investigación plantea un sustento epistemológico basado en los modelos de Imre Lakatos y Larry Laudan para la investigación y la formación de investigadores en universidades de inspiración religiosa, como la Universidad Pontificia Comillas.
La Universidad y la labor de investigación no pueden estar disociadas
La calidad de una universidad está reflejada en su capacidad para desarrollar programas de investigación que contribuyan a la mejora de la sociedad. Esto significa que la tarea docente-estudiantil debiera estar mediada por el manejo de métodos de investigación que les permitan asumir el reto de estudiar la realidad a partir de un enfoque científico.
Sin embargo, se debe destacar que, para iniciar y desarrollar un trabajo de investigación, tanto la universidad como el investigador, deben asumir una posición epistemológica. De manera clara, Aguilera afirma que “el estudio de la Epistemología se ha convertido hoy en una condición formacional indispensable de todo profesional que se proponga desarrollar su ciencia, su sapiencia y con ello contribuir al desarrollo del saber universal” [Luis Orlando Aguilera García, “Aproximación conceptual a la epistemología: Una mirada desde la educación superior”]
Esta declaración refuerza la idea vertida: la investigación, la epistemología, la generación de conocimiento y la formación profesional no pueden trabajarse desde distintos compartimentos, sino deben encuadrarse dentro de un esquema integral.
La epistemología, en la actualidad, ocupa un importante sitial en el campo de la filosofía y la ciencia. Su principal ocupación consiste en fundamentar la ciencia En una aproximación al concepto de epistemología, Mario Bunge afirma que «es la rama de la filosofía que estudia la investigación científica y su producto, el conocimiento científico» [Epistemología (Buenos Aires 2004), 21] Es por ello por lo que la universidad necesita tener un fuerte asidero epistemológico el cual fundamente su acción en el campo de la formación profesional; pero, sobre todo en la investigación y su producto: El conocimiento científico.
Problema
Al ser la actividad investigativa un eje fundamental para el desarrollo de las universidades; las universidades de inspiración cristiana, al igual que otras instituciones de educación superior, realizan investigación y forman investigadores; mas requiere de un sustento epistemológico para su acción en la formación de profesionales con competencias investigadoras. En el entendido de que es imposible cualquier planteamiento científico a espaldas de la epistemología, es pertinente realizar la tarea de contar con un fundamento epistemológico acorde con la filosofía cristiana de la educación para generar investigación científica.
Un aspecto que caracteriza a la universidad de carácter religioso es que necesita precisar varios aspectos para que su discurso educativo sea coherente con su praxis investigadora. En tal sentido, la universidad confesional cuenta con una filosofía educativa que entre otras cosas establece una relación marcada entre el ser humano y un ser trascendente. Pero muchas veces la educación superior no ha definido de manera clara una epistemología que le permita desarrollar y fundamentar su labor de investigación. Por tanto, es necesario identificar aportes de la filosofía de la ciencia que permitan, en una relación dialógica, un marco epistemológico coherente con la filosofía cristiana de la educación para la generación de investigación científica en las universidades confesionales.
Conceptualización de la epistemología
La epistemología juega un papel preponderante ya que, por un lado, dilucida aspectos que se relacionan tanto con la construcción del conocimiento como con una orientación científica específica. Etimológicamente, epistemología proviene del griego episteme, cuyo significado es conocimiento; y de logos: tratado o teoría. Es un término que comenzó a utilizarse a fines del siglo XIX. En su significación más amplia, se entiende epistemología de dos maneras: se la relaciona con la teoría del conocimiento y luego, con la teoría de la ciencia.
En su relación con la ciencia, la epistemología es considerada una rama de la filosofía que sustenta y valida la ciencia, así como una reflexión crítica sobre la ciencia. Quine afirma que “la epistemología se ocupa de la fundamentación de la ciencia”. Epistemología, también es entendida como filosofía de la ciencia siendo ésta “la rama de la filosofía que se pregunta qué es la ciencia”.
Esto sugiere que toda acción investigadora deberá estar firmemente basada en una posición epistemológica. También se desprende del concepto mencionado, que el conocimiento científico es fruto de una orientación epistemológica. Por tanto, para encarar determinada tarea de investigación se hace necesario el uso de una posición epistemológica que la sustente y oriente.
Se asume que la epistemología está ligada con el conocimiento científico porque cumple una labor de reflexión centrada en la naturaleza de la ciencia, atiende problemas del conocimiento: pero, sobre todo, aquellos de tipo científico y evalúa los problemas y la producción del conocimiento científico. En el entendido de que este conocimiento, con el transcurrir del tiempo, se va acrecentado, la epistemología necesita adaptarse, adecuarse a los nuevos descubrimientos y a las nuevas tendencias, por tanto, se constituye en “una práctica continua y móvil de un mundo dinámico”.
Objeto de estudio de la epistemología
La epistemología tiene como objeto de estudio a la ciencia. Entre epistemología y ciencia existe una relación biunívoca que Barriga explica de la siguiente manera: “La Epistemología es una disciplina que tiene por objeto de estudio a la ciencia. Y la ciencia es el objeto de estudio de la Epistemología”. Mas, es necesario aclarar la naturaleza de esta relación para evitar confusiones. La ciencia estudia los entes objetivos de la realidad, los hechos. A esta realidad se aproxima bajo estrictos métodos de estudios que son conocidos como métodos científicos. Como resultado de esta aproximación metodológica se produce un primer nivel de conocimientos o conocimiento teórico conceptual.
El conocimiento teórico conceptual deviene del estudio de la realidad y hace abstracción de la misma o la modela. Esto se hace evidente porque, para que dicha realidad sea aprehendida por el científico, debe ser transformada en conocimiento abstracto. De esta manera, este primer nivel de conocimiento es un símil del conocimiento científico.
A lo largo de la historia de la epistemología, han surgido diversas corrientes epistemológicas que entienden la ciencia desde ópticas diferentes. En el presente trabajo no se hará referencia a dichas corrientes: Círculo de Viena, Popper, Kuhn, Feyerabend, Bachelard, Morin, etc. sino que se centrará la atención en dos autores, cuyos aportes pueden servir para configurar un marco epistemológico coherente con la concepción cristiana. Dichos autores son Imre Lakatos con su propuesta de programas de investigación científica y Larry Laudan con el modelo reticular y el análisis de los problemas de la ciencia.
Imre Lakatos: Los Programas de Investigación Científica
Lakatos critica el falsacionismo de Popper señalando que en la realidad algunas teorías falsadas continuaban siendo usadas por los investigadores. Este hecho contradice al falsacionismo puesto que si éste no logró excluir dicha teoría del corpus de conocimiento científico entonces su postura no es sostenible.
Se puede decir que si resulta que las teorías que reunían méritos para rechazarse continúan vigentes, contando con el beneplácito de la comunidad científica y algunas de ellas con el transcurso del tiempo, han llegado -incluso – a ser valoradas como auténtico progreso entonces, de acuerdo a la confrontación con la base cuasi-empírica, todo indicaría que debería decretarse la falsación del falsacionismo y paralelamente, su marginación de la racionalidad.
Bajo esta lógica, Lakatos se distancia de Popper y, tomando algunos elementos de Kuhn, propone construir un modelo de desarrollo de la ciencia que sea más semejante a la realidad. Dicho modelo debiera tomar en cuenta todos los aspectos de un programa de investigación y no centrarse sólo en una hipótesis. Para ello, al igual que Popper, plantea la racionalidad del conocimiento científico y la crítica como vehículo de su desarrollo.
Por otra parte, le otorga importancia al contexto de la investigación puesto que la falsación no ocurre en el vacío, sino que son los investigadores quienes la realizan y ellos llevan tras sí un cúmulo de preconceptos, métodos y técnicas de investigación, es decir, se sitúan en un determinado paradigma de la ciencia.
Un Programa de Investigación Científica (PIC) está conformado por un núcleo duro, o centro del programa (heurística negativa) y un cinturón protector de hipótesis auxiliares (heurística positiva). Ellas se constituyen en reglas metodológicas que indican qué patrones se deben seguir y cuáles evitar.
El núcleo “duro” del programa está constituido por una teoría o una hipótesis general que, por decisión metodológica, no se puede falsar. Esa es la función de la heurística negativa: “aislar y proteger la falsación del núcleo que está constituido por las leyes o principios fundamentales del programa”. La razón de ello es que existen teorías o hipótesis que, por diversas razones, entre ellas, el tiempo y el avance de la ciencia, no son comprendidas o no pueden ser explicadas por la comunidad científica actual; pero no se las puede descartar bajo riesgo de perder información valiosa o fundamental para el avance de la ciencia en el futuro.
Los Programas de Investigación Científica como referente epistemológico para la universidad confesional
Uno de los paradigmas epistemológicos que bien puede fundamentar el trabajo científico acorde con la naturaleza de la filosofía educativa católica puede ser el denominado «Programas de investigación científica» de Lakatos. Siguiendo los propósitos del presente trabajo se puede tomar todos los elementos de los PIC para conformar un marco epistemológico coherente con la postura educativa cristiana.
Los programas de investigación se constituyen, de esta manera, en un referente epistemológico que permite orientar la investigación en las universidades religiosas respetando tanto sus fundamentos cristianos, así como su filosofía educativa. Es posible que aún queden aspectos por discutir; sin embargo, es un punto de partida y de anclaje para el desarrollo de la actividad científica. De esta manera, la universidad católica cumple con la función sustantiva de la universidad, la investigación, y a su vez es coherente con sus principios religiosos y educativos.
Larry Laudan: Los problemas en la ciencia
El epistemólogo Larry Laudan pertenece a la corriente postpoperiana junto a Kuhn, Lakatos y Feyerabend. Su planteamiento central, publicado en La ciencia y el relativismo, sostiene que los científicos pueden seleccionar una determinada teoría sin que este hecho redunde significativamente en su postura metodológica y axiológica puesto que existe una relación bidireccional entre las teorías, los métodos y los objetivos de la ciencia. A esta propuesta se la denomina modelo reticular. Por otra parte, desglosa los problemas científicos en problemas conceptuales y problemas empíricos.
La ciencia y los problemas según Laudan
Para Laudan, la ciencia “es, en esencia, una actividad de resolución de problemas”. De esta manera, coloca a los problemas en el centro del trabajo científico. Sin embargo, Laudan propone que se debe diferenciar entre problemas empíricos y problemas conceptuales. Los problemas empíricos se caracterizan por pertenecer al mundo natural y que requieren una explicación. Por su parte, los problemas conceptuales están directamente relacionados con las teorías y su capacidad para resolver problemas.
Tal vez los más importantes para los seguidores de la Cátedra CTR son los problemas conceptuales. Laudan señala que los historiadores y filósofos de la ciencia no han entendido bien este tipo de problemas. Esto puede deberse a que regularmente se tuvo una visión empirista de la ciencia. Al respecto señala:
si los problemas empíricos son preguntas de primer orden acerca de las entidades sustantivas de algún dominio, los problemas conceptuales son preguntas de un orden superior acerca de la consistencia de las estructuras conceptuales (por ejemplo, teorías) que han sido elaboradas para responder a preguntas de primer orden.
Tal vez los más importantes para nosotros sean las dificultades relativas a la visión del mundo. Cuando una teoría científica está en conflicto con algún componente de la visión del mundo que predomina en la comunidad científica. Es común encontrar tensiones por posiciones filosóficas, sociológicas y teológicas.
Los científicos deben tener claro en qué tipo de problema están trabajando para darle mayor racionalidad y efectividad a su investigación. Así, el desarrollo de la ciencia estará signado por la cantidad de problemas que la ciencia logre resolver y la reducción de problemas sin resolver, sean estos conceptuales o empíricos. “Cuantos más problemas empíricos resuelve una teoría y cuantos más problemas conceptuales eluda, más progresiva será una teoría. En caso contrario, la teoría se torna degenerativa”. Una teoría es efectiva cuando más problemas resuelve y menos anomalías presenta.
Conclusiones
Los investigadores en una universidad confesional cristiana pueden desarrollar sus trabajos científicos tomando como un marco epistemológico los aportes de Lakatos y Laudan. Si bien se debe reconocer que aún estos modelos no se constituyen en una epistemología netamente confesional (que no existe o no debe existir), es un paso importante para orientar la ciencia y la investigación en las universidades. Queda pues pendiente el trabajo de articular una epistemología que esté radicalmente afiliada a la identidad católica, y a partir de ella se pueda avanzar en la elaboración de trabajos científicos de alto nivel y cuyos aportes beneficien a la humanidad.
Leandro Sequeiros, Presidente de ASINJA (Asociación Interdisciplinar José de Acosta), colaborador de la Cátedra Hana y Francisco J. Ayala de Ciencia, Tecnología y Religión