Comillas Babel

Departamento de Traducción e Interpretación y Comunicación Multilingüe

Cajón de sastre

¡FELIZ AÑO NUEVO CHINO!, 新年快乐! (Xīn Nián Kuài Lè!)

Este pasado sábado se celebraba el Año Nuevo Chino y en algunos lugares de España se organizaron celebraciones con desfiles y talleres típicos de esta fiesta, lo que en mi opinión es una excelente iniciativa que nos permite acercarnos más a esta cultura y sus tradiciones. Estas últimas semanas, en nuestra clase de chino hemos estado hablando sobre las costumbres y tradiciones que existen entorno a esta celebración. Algunas de ellas, como el desfile o la decoración de las calles, estaban muy presentes en el evento organizado en Usera, pero hay otras muy interesantes que también merece la pena conocer.


En China se rigen por el calendario lunar y la celebración del año va desde la primera luna nueva del año hasta la siguiente luna llena, por lo que dura 15 días. Además, a cada año le corresponde un animal: este año es el gallo. Dos días antes del fin de año, las familias se dedican a preparar los platos típicos que disfrutarán durante la celebración, la preparación requiere mucho tiempo y experiencia, por eso deben empezar pronto a cocinarlos. En fin de año, se decoran con objetos rojos todos los rincones de las ciudades: farolillos en los parques y calles, mensajes de buena suerte en las casas e incluso la gente lleva ropa, pulseras y todo tipo de complementos rojos. Más tarde, cenan y cantan en familia. El resto de días, lo dedican a realizar talleres con la familia y amigos, como preparar comidas, practicar la escritura china y el arte de recortar papeles. También es tradicional acudir al desfile del dragón y tirar petardos y fuegos artificiales para recrear la leyenda del dragón Nián. Cuenta la leyenda que, en la antigua China, cada víspera de año nuevo, un dragón llamado Nián salía del mar y atemorizaba y se comía a los habitantes. Todo cambió cuando apareció un anciano que sabía dos cosas sobre Nián: no le gustaba el color rojo y le daban miedo los fuegos artificiales. Por eso, cuando Nián volvió a aparecer, el anciano colocó por todas partes mensajes de suerte y protección rojos y se vistió de rojo. Cuando se encontró cara a cara con Nián, el anciano empezó a tirar fuegos artificiales y el dragón se asustó tanto que salió corriendo y no volvió a atormentar nunca más a los habitantes.

Carolina San Juan López

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