Concluyó el contrato de prácticas de Ana Bosch en la Asociación Claver (Sevilla)
Ana estuvo trabajando para esta asociación agrupada dentro del sector social de la Compañía de Jesús durante este último año a través de las prácticas remuneradas que ofrece la Cátedra de Refugiados y Migrantes Forzosos y el Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones (IUEM) de la Universidad Comillas con el apoyo de INDITEX. Es por esto, que Ana nos visitó y compartió con nosotros su vivencia.
Una vez terminado el Máster de Cooperación Internacional al Desarrollo en la Universidad Pontificia de Comillas, Ana fue seleccionada para desarrollar esta beca en la Asociación Claver que se encuentra en Sevilla.
Desde octubre estuvo apoyando el programa de asesoramiento jurídico en extranjería y temas laborales, asistiendo en gran medida a trabajadoras del hogar. A los pocos meses de comenzar la beca, complementaron su trabajo con un contrato de jornada completa por lo que tuvo la ocasión de poder dedicarse de una manera más extensa. Del mismo modo, coordinó el grupo de voluntarios que visitaba los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Algeciras y el de Tarifa.
Hacia una juventud pos migrante. Por Joaquín Eguren
Hace unos días visitando a un amigo marroquí-español, que es profesor de lengua árabe y religión en una asociación cultural en el norte de Madrid, me comentaba que todos sus alumnos descendientes de marroquíes eran ya españoles. Es decir, no solo que tenían nacionalidad española, sino que habían nacido en España. Este dato me hace reflexionar sobre los cambios “demográficos” que ha sufrido la denominada segunda generación de inmigrantes en España en las últimas dos décadas. Y lo expresado por este profesor refleja lo que hace nueve años ya se percibía en nuestras investigaciones desde el IUEM respecto a los descendientes de dominicanos y peruanos. Que el 80% contaban con la nacionalidad española.
Esta nueva fotografía de esta generación rompe con la idea de la metodología nacionalista que nos hace pensar que los inmigrantes y sus hijos son el “otro diferente”, como socialmente marginados. Estos niños y jóvenes son ya parte del “nosotros” aunque a menudo se les vea como foráneos, extraños, como diferentes, distinguiéndoles por sus rasgos fenotípicos, el color de la piel, etc., su genealogía, su religión, …
Niños y niñas extranjeros en España ¿Nos comprometemos?
Las conclusiones del Comité de los Derechos del Niño para España sobre la Convención de los Derechos del Niño -publicadas por Naciones Unidas el pasado 2 de febrero de 2018- instan a España a tomarse en serio la protección de la infancia contra la pobreza, la violencia y la discriminación. En este contexto, una de las formas de discriminación más frecuentes viene determinada por la condición de extranjero, que en el mejor de los casos justifica un trato diferenciado respecto a los niños y niñas españoles y en el peor de los supuestos tratarlos como si fueran personas mayores de edad.
Precisamente, como tuvo ocasión de explicar el experto en infancia Alejandro Morlachetti durante la formación organizada por UNICEF sobre las nuevas Observaciones Conjuntas del Comité de Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares y del Comité de los Derechos del Niño –OGC, número 3 y 22 (2017) y OGC, número 4 y 23 (2017)– celebrada el pasado 16 de febrero en la sede del Consejo General de la Abogacía Española, la determinación de la edad y las devoluciones en caliente son dos de los puntos más acuciantes de las recomendaciones elaboradas para España por el Comité de los Derechos del Niño.
«Primeras impresiones desde Nairobi» por Belén Rico desde el JRS Kenia
La Cátedra de Refugiados y Migrantes Forzosos del Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones (IUEM) de la Universidad Comillas con el apoyo de INDITEX presenta cada año su programa de prácticas profesionales remuneradas. El programa está dirigido a alumnos del Máster Universitario en Cooperación Internacional al Desarrollo y del Máster Universitario en Migraciones Internacionales del IUEM. Belén Rico esta realizando las practicas en el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) en Nairobi (Kenia), desde allí comparte sus primeras impresiones sobre su experiencia ¡No te lo pierdas!
Sólo llevo unos pocos meses en Nairobi y podría contar tantas pequeñas cosas…Pero quería hablar de cosas que puedan ser interesantes de compartir aunque puedan ser impresiones comunes o que resulten lógicas, pero al fin y al cabo son mis impresiones, las de una persona normal y corriente que llega a un país nuevo y desconocido.
Para empezar, creo que es importante contar un poco sobre el país y por qué he venido aquí.
Sólo comentar a grandes rasgos que Kenia es un país de unos 50 millones de habitantes, que centra su actividad económica principalmente en el turismo, producción de té y café y exportación de flores, destacando también en el sector de telecomunicaciones. Kenia es un país con una tasa de paro de un 39%, en el que la corrupción está generalizada a todos los niveles y en el que su sociedad está cansada de las tensiones políticas de los últimos tiempos. Kenia cuenta con unos 42 grupos étnicos que conviven en el país y estas tensiones no están ayudando a superar los problemas de tribalismo existentes.
Daniel Martínez terminó su periodo de prácticas para el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) – España
Durante este año Daniel estuvo trabajando en la oficina del SJM en Madrid a través de la beca de prácticas remuneradas ofrecida por la Cátedra de Refugiados y Migrantes Forzosos y el Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones (IUEM) de la Universidad Comillas con el apoyo de INDITEX. Una vez terminado estas prácticas nos ha visitado para contarnos su experiencia y la alegría de poder seguir trabajando con ellos.
Daniel nos contó que: “antes de realizar estas prácticas no había tenido ninguna experiencia de trabajo en el tercer sector, por lo tanto, era un reto importante, por la entidad de la propia organización, por la red tan grande de la que forma parte…
Una vez terminado el Máster de Migraciones Internacionales, Daniel postuló para estas prácticas porque: “me pareció una oportunidad muy buena, empezar a trabajar en una ONG justo habiendo terminado el máster, era como la continuación perfecta”
¿Acoger sin Integrar? La integración social de la población refugiada en España. Por Juan Iglesias @Juan__Iglesias
El próximo día 15 de febrero de 2018 se presenta en la Universidad P. Comillas un estudio sobre las trayectorias de integración social de la población refugiada en España, y el rol que el Sistema de Acogida e Integración (SAI) social juega en ellas. Una investigación liderada por la Cátedra de Refugiados y Migrantes forzosos del IUEM de Comillas, el Instituto de Derechos Humanos Pedro Arrupe de la Universidad de Deusto y el Servicio Jesuita a Migrantes España (SJM), que quiere contribuir a reducir el actual gap sobre esta temática en nuestro país.
En España, los solicitantes y beneficiarios de protección internacional (SBPI) constituyen una realidad creciente que ha ido aumentando en los últimos años. En el periodo 2008-2016 un total de 58.174 personas solicitaron asilo en España, especialmente en los años 2015, 14.887 y 2016, 16.544, los años más intensos de la “crisis” de refugio. Unas cifras elocuentes, que sin embargo no alcanzan el nivel de otros países de la UE, ya que España solo representa el 1,22% de los solicitantes de asilo de la UE en dicho periodo. (Eurostat y Ministerio del Interior). Por origen, en primer lugar estarían los sirios, 23,35% del total, seguidos de los solicitantes procedentes del África subsahariana, 20%, Ucrania, 14,29%, y Venezuela, 10,03%. Se trata de una población mayoritariamente joven, un 54% tiene entre 18 y 35 años, y masculina (63% varones y 37% mujeres. (Eurostat 2010-2016).
On ethics and Economics. Por Alberto Ares SJ
Ayer los periódicos abrían con titulares similares en todo el mundo sobre el Foro Económico Mundial de Davos, que en su 48 edición reúne de nuevo en Suiza a las élites políticas y empresariales.
“The Global Economy Is Finally Making Some Noise (La economía global está volviendo a tomar protagonismo): Por primera vez desde la recesión económica global, todas las economías mundiales están creciendo, creando puestos de trabajo, incrementando fortunas y atemperando los miedos del descontento popular.” [The New York Times]
“La euforia económica se apodera de Davos: Hacía mucho tiempo que Davos no rezumaba un optimismo como el que se ha podido percibir esta semana en la 48 edición del Foro Económico Mundial. Las Bolsas viven un repunte, hasta niveles históricos en el caso de EE.UU., que parece no tener fin, y el ánimo de los ejecutivos es directamente proporcional a esa curva. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisado al alza, casi de forma generalizada, el crecimiento en las principales economías desarrolladas y emergentes. La política monetaria sigue manteniendo un fuerte sesgo expansivo y la ausencia de presiones inflacionistas resta urgencia a los banqueros centrales para ir retirando los masivos estímulos inyectados durante la crisis.” [El País]
Ha regresado Andrea Andreu de realizar las prácticas profesionales en el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) en Camerún.
Andrea estuvo trabajando para el JRS a través de la beca de prácticas remuneradas ofrecida por la Cátedra de Refugiados y Migrantes Forzosos y el Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones (IUEM) de la Universidad Comillas con el apoyo de INDITEX para Entreculturas.
Después de estudiar el Máster de Cooperación Internacional, Andrea reconoce: “Yo quería tener una experiencia de trabajo en terreno” por ello postuló para esta beca y fue seleccionada para realizarla. Al inicio de la experiencia estuvo en la capital Yaundé donde realizó una inducción y pudo conocer los proyectos de la organización.
«La acogida fue muy buena, no me sentí perdida, me explicaron todo» comenta.
A su llegada a terreno, muchos fueron los cambios a los que se enfrentó, por ejemplo, la carencia de electricidad y de agua corriente, sobre lo que nos comentó: “Al principio me costó un poco adaptarme, pero luego me acostumbré y ni me acordaba, vivía en las horas del sol levantándome a las 5 y acostándome a las 8.”