
A menudo, los que nos acercamos a la ardua tarea de trabajar con la tristeza, queremos (siempre con la mejor intención) evitarle mayor dolor a los que la vida ya ha castigado tanto. “Es suficiente”- pensamos. “Ya han sufrido suficiente”, y desde ahí tratamos de ahorrarles cualquier potencial sufrimiento añadido que consideramos innecesario. Incluido el sufrimiento que trae asociado el recuerdo. ¿Cómo trabajar con personas refugiadas que retornan a un territorio que antaño fue su hogar, lleno de recuerdos de este tipo?