El desarrollo de la carrera profesional exige asumir nuevos desafíos que afecten positivamente a nuestra trayectoria. En ocasiones, esto significa empezar a trabajar para la competencia, cambiar de residencia y asumir nuevas responsabilidades, tareas, valores, en definitiva, otras reglas del juego.
Madrid, 6 de julio de 2017 – Hace tan solo unas semanas, la Comunidad Laboral Trabajando.com – Universia hacía públicos los resultados de una encuesta realizada entre más de 1.100 personas entre los que destacaba que el 65% de los trabajadores españoles habían dimitido alguna vez. Los motivos de las renuncias bailaban entre el ambiente laboral, el salario o la falta de desarrollo profesional.
Renunciar a un trabajo es sin duda una compleja decisión que acostumbra a debatirse entre la lógica y los sentimientos, en especial cuando no hay algún problema aparente. Pero cierto es que, por lo general los profesionales, tras un tiempo realizando las mismas tareas sienten el deseo de crecer profesionalmente y no siempre su empresa tiene la capacidad para satisfacer sus necesidades y/o expectativas. En este punto es cuando nace la necesidad de querer conseguir una nueva oportunidad laboral en otra organización.
No obstante, a pesar de tener claros los objetivos y tener las fuerzas para empezar a buscar empleo, se deben analizar los distintos factores para garantizar que el paso que vamos a dar supone un salto cualitativo en nuestra trayectoria, y no un paso atrás. Entre esos aspectos a tener en cuenta, cabe destacar:
- Oportunidades de desarrollo: si uno de los motivos que impulsan a cambiar de trabajo es la rutina y la falta de crecimiento, debemos asegurarnos que la organización para la que trabajaremos cumple con este requisito de entidad que fomenta el desarrollo de sus empleados a través de la movilidad o asumiendo nuevas responsabilidades.
- Posibilidades de capacitación: si lo que buscas es una empresa que potencie la ampliación de conocimientos de sus trabajadores, se deberá buscar una entidad en la que tenemos la confirmación que ofrecen la oportunidad de la capacitación continua.
- Tamaño de la empresa: por lo general, las grandes empresas tienen mejores condiciones laborales que afectan a los salarios, beneficios sociales, cambio de área o departamento, y sobre todo, para conseguir un ascenso. Si las oportunidades de crecimiento en tu actual empresa son escasas, entonces un nuevo trabajo en una compañía de mayor tamaño sería un aspecto a considerar a la hora de buscar un nuevo empleo.
- Ambiente laboral: en los últimos años, el ambiente laboral ha cobrado fuerza como factor de retención de talento. Además de un buen salario o unas buenas instalaciones; los profesionales quieren también trabajar en ambientes sanos en los que sentirse cómodos. Rankings, informes, opiniones en foros y redes sociales, así como apariciones en prensa son las fuentes que se deben consultar para averiguar qué empresas cuentan con un buen clima laboral.
- Conciliación familiar-laboral: uno de las principales quejas de los profesionales de hoy es la falta de tiempo libre, por ello, las organizaciones que quieren destacar en políticas de bienestar físico y mental implantan medidas que favorezcan la conciliación familiar, uno de los pilares para la retención y atracción del talento. Si una de las prioridades del profesional es poder tener cierta flexibilidad, entonces lo acertado será buscar la entidad que satisfaga nuestras demandas.
Javier Caparrós, director general internacional de Trabajando.com y HR-Consulting, señala que “las exigencias de los profesionales han cambiado en los últimos años y ahora también son las empresas las que deben mostrarse como entes atractivos para trabajar, a través de medidas que fomenten el buen ambiente, los incentivos y la flexibilidad. Si queremos atraer retener el mejor talento, no podemos olvidar que ahora ya entran en juego los factores que conforman el conocido salario emocional”.