Todo empezó en pleno confinamiento, cuando desde la “Catedra de Refugiados y Migrantes Forzosos” ofertaron unas prácticas en organizaciones con un gran bagaje en migraciones forzosas. No me lo pensé dos veces, y fui a por ellas.
Ahora os escribo desde mi puesto de trabajo en la sede de Entreculturas, con casi dos meses de andadura en esta organización, en el departamento de Cooperación de Internacional de África-Asia.
Trabajar para y por la educación ha sido unas de las pasiones que me han alentado en mi vida. Desde pequeño, he participado en muchos proyectos educativos, en distintos lugares, con diferentes culturas. Esto me ha ido formado y creando mi idea y mi propósito de vida, que según he ido cumpliendo años, he ido reforzando. Y ahora, promoviendo, desde esta ONG, el derecho a una educación de calidad para los niños y niñas. De esta manera, pienso que la educación se convierte es una herramienta de cambio y de transformación, la cual nos hace ser quienes somos y es un factor primordial para crear nuestra identidad como personas.
En estos meses, me he dado cuenta de que muchos niños y niñas no tienen acceso a ella, o si la tienen, no es de calidad. ¿Como puede ser real, que en el mundo que vivimos, una persona no pueda estudiar? ¿Realmente somos conscientes que existe esta problemática dentro y fuera de nuestras fronteras?
Estas situaciones se han agravado por la crisis de la COVID-19, ya que los colegios han tenido que cerrar y no existen medios ni recursos para ofrecer una educación online. Además, en contextos de países africanos, que es en el departamento donde me encuentro, la crisis en la educación resulta aún más compleja debido a contextos políticos inestables. Por ejemplo, en Etiopía, Entreculturas, en colaboración con su socio local JRS, tiene presencia en varios campos de refugiados a lo largo del país. Desde hace ya años el país sufre conflictos políticos y étnicos y actualmente la situación se ha agravado, llegando a ser considerada como el inicio de una guerra civil. Toda esta situación, complica gravemente el derecho a la educación, ya que, bien los y las refugiadas o el equipo de JRS de etiopia se han visto obligados en desplazarse por causa de estos conflictos.
En estas situaciones, hablamos de educación en emergencia que, además de tener el objetivo de garantizar la educación a niños y niñas, tiene como fin último de generar espacios de aprendizaje libres de violencia.
¿Cómo no voy a estar motivado con todo este desafío que nos encontramos?, y, además, con el equipazo que me rodea, que, desde el primer día, me han hecho sentir uno más. Teniendo gran responsabilidad en tareas diarias y empoderándome tanto personal como profesionalmente.
Al mismo tiempo, conocer la organización, sus diferentes equipos y/o departamentos, y los distintos proyectos que Entreculturas lleva a cabo son unos de los retos que me encontrado a lo largo de estos meses. Asimismo, diariamente me enfrento a desafíos técnicos en las tareas que tengo que realizar. Aun así, las ganas de poner mi granito de arena los supera con creces.
PD: ¡¡Seguimos!!
Javier Izquierdo es parte de las experiencias de la Cátedra de Refugiados y Migrantes Forzosos del IUEM.