Mis pasos en la Oficina Técnica de SJM. Por Pilar Sanz

Si hace unos años me hubiesen preguntado dónde acabaría, nunca se me habría pasado por la cabeza contestar que estaría formando parte de este increíble equipo y del mundo de la Cooperación Internacional. Sin embargo, tuve la suerte de que el Máster en Cooperación Internacional al Desarrollo de la Universidad de Comillas se cruzara en mi camino y yo decidiera lanzarme a por esta oportunidad.

 

Desde entonces, he aprendido cientos de cosas durante el último año, cada vez con más ganas aprender acerca de este mundo, viendo lo necesario que es actuar ante las injusticias sociales o humanas y, también con más incertidumbre sobre qué podría hacer una vez terminado.

Por eso, cuando nos mandaron el Programa de Prácticas de la Cátedra de Refugiados y Migrantes Forzosos en la sede del Servicio Jesuita a Migrantes no tuve ninguna duda en vivir esta experiencia.

El pasado septiembre di mis primeros pasos en la Casa de San Ignacio, con muchas ganas de aprender y poner en práctica todo lo desarrollado el curso anterior en el máster, sobre todo en lo relacionado a la comunicación, pues aprendimos que era muy importante, pero nunca imaginé hasta qué punto era una parte vital de cualquier organización.

Durante estos meses he profundizado sobre la importancia de las narrativas; las narrativas con las que nos identificamos cada día y con las que se identifica nuestra misión. La importancia de cómo comunicamos, con qué y a quién, así como de la periodicidad.

Por otro lado, mis compañeros desde el primer día han conseguido que me sienta como una más del equipo, trabajando codo con codo en el trabajo en sede, pues cada una de las partes del equipo es imprescindible.

Si la comunicación externa es fundamental, también lo es la comunicación interna en la red, sentir el apoyo entre todas las organizaciones que componen la red del SJM. Por eso quisiera acabar este post contando parte de mi experiencia en la Asamblea Anual que celebramos los pasados días 10, 11 y 12 de noviembre, donde nos juntamos más de 70 personas de todas las entidades que forman parte de la red. Así pude ver lo necesario que es comunicarse para apoyarse en cada una de las circunstancias con las que nos cruzamos en el trabajo, así como los en futuros retos que se nos presentan a lo largo del año. Aprendí que no estamos solos en esta lucha para acompañar, servir y defender a las personas migrantes que llegan buscando una vida digna, y que yo, junto a todos mis compañeros, formamos parte de esta misión y es nuestra labor es resistir ante todos los desafíos que se presenten en el camino.

Llevo unos meses formando parte de este equipo y solo puedo decir, GRACIAS. Seguiré aprendiendo cada día, entrando por cada puerta que me abra esta gran oportunidad, aprovechando al máximo este año en el SJM.

Pilar Sanz es contrato en prácticas profesionales 2021-22. de la Cátedra de Refugiados y Migrantes Forzosos.

Deja un comentario