La cuestión del pluralismo ha ido ganando protagonismo en las últimas décadas. España ha vivido un proceso de secularización creciente en las últimas 5 décadas que, se ha analizado desde la teoría de la secularización, muy en boga desde los años 60, en base a tres subtesis: la tesis de la diferenciación estructural de las esferas seculares y la religión, la tesis del declive de creencia y prácticas religiosas, y la tesis de la privatización de la religión en el mundo. Pero es significativo que la incorporación a un contexto católico mayoritario de inmigrantes en las últimas décadas ha supuesto la emergencia de la diversidad religiosa con la presencia de religiones anteriormente poco presentes como el islam, el protestantismo, la ortodoxa y el “budismo”, como las más destacadas entre ellas. De las tres tesis mencionadas las dos últimas son las que parecen perder prevalencia por la presencia de estas religiones. La tesis del declive de las creencias y prácticas religiosas se ha visto en entredicho por la presencia de éstas al igual que la tesis de la privatización de la religión se ha visto desplazada porque en la revitalización de la religión ésta ha ido ganando presencia pública. Mientras, parece que es más aceptada la existencia de una separación entre la esfera secular y la religiosa, incluso por el islam que tradicionalmente ha considerado, (y se observa en la mayoría de los países musulmanes) una estrecha vinculación entre el poder político y el religioso.