Seguimos con las experiencias de los estudiantes que se encuentran realizando las prácticas profesionales remuneradas lanzadas por la Cátedra de Refugiados y Migrantes Forzosos del Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones (IUEM) de la Universidad Comillas con el apoyo de INDITEX, dirigidas a alumnos del Máster Universitario en Cooperación Internacional al Desarrollo y del Master Universitario en Migraciones Internacionales del IUEM. En esta nueva entrada del blog puedes conocer el trabajo que Paula Ares está realizando para Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) en Madrid, sin duda su experiencia aporta novedades a las prácticas. ¡Te invitamos a leer su segundo post!
Por Paula Ares
Han pasado algunos meses desde la última vez que escribí para este blog. En SJM-España hemos tenido mucho trabajo, especialmente con el informe sobre la situación de los CIE en España.
El informe CIE se presentó a nivel nacional en Madrid y tuvo como sede el Senado, con el título “Sufrimiento Inútil”, donde se habló de la situación en los Centros de Internamiento de Extranjeros, a través de los datos del Gobierno y de la labor de acompañamiento a las personas privadas de su libertad, mediante las visitas que realizan los voluntarios
Pero mis tareas no han sido solamente esas: además de las tareas dentro de la organización, como justificación de proyectos, apoyo en tareas de comunicación también, me he integrado en la iniciativa de espacios de participación con las familias y comunidades de los recursos de Hospitalidad.
La campaña de Hospitalidad consiste en promover una cultura de solidaridad e inclusión con las personas migrantes y refugiadas a través de la acción conjunta de las obras y comunidades de la Compañía de Jesús que abordan cuatro áreas diferentes: acogida, sensibilización social, incidencia y cooperación internacional. Dentro de esto, se encuentra el proceso de participación, cuyo objetivo es empezar un proceso colectivo que ayude a romper la concepción individualista de los procesos de inclusión, fortaleciendo redes de apoyo entre las personas acogidas e iniciar dinámicas de apoyo mutuo, colaboración y empoderamiento colectivo, tomando conciencia de la pertenencia al programa de Hospitalidad y del protagonismo de los participantes en el programa en su proyecto migratorio. A partir de ahí, se evalúan y se mejoran los apoyos y las herramientas facilitados en el programa incorporando la perspectiva de los participantes.
Desde que empezaron, nos hemos reunido dos veces solo con las familias, otra con las personas que componen las comunidades de acogida y otra vez con ambas. En estos espacios nos juntamos más de 20 personas los sábados a las 12 y realizamos diferentes actividades en las que tratamos temas que consideramos importantes: cómo están, sus proyectos personales, qué necesitan, pero todo con un ambiente distendido.
El comienzo es importante, empezamos con un pequeño desayuno, mientras que se espera que llegue todo el mundo, para continuar con la apertura del día y algún pequeño juego para romper el hielo. Durante los encuentros con las familias, he estado con los adolescentes, y nos lo hemos pasado genial. Son un grupo variado, tanto de edad como de procedencia, pero muy abierto, con muchas ganas de compartir y de divertirse, haciendo que las dinámicas que les proponemos sean muy entretenidas, aunque en ocasiones terminemos en temas que no eran los planeados aunque sí lo más importante en ese momento para ellos.
Los espacios duran hasta las 16:00, las familias y las comunidades traen la comida, toda riquísima, que me está permitiendo conocer más de sus tradiciones y probar cosas espectaculares. El cous cous o el falafel están entre mis favoritos, pero hay muchos platos nuevos entre los que elegir, con los que se genera un ambiente de intercambio, de recetas, de opiniones… Después, se cierra el día y quedamos para el próximo encuentro, que se suelen hacer cada dos meses.
El último sábado que nos reunimos, fue para cerrar el curso, por lo que nos juntamos las familias y las comunidades. Este día no realizamos actividades con tanta carga, si no que planteamos algo más interreligioso y festivo, de cara a las celebraciones que se dan durante el año y ver si podíamos celebrar alguna todos juntos, ya que son espacios que realmente disfrutamos mucho, tanto las familias como las personas que lo hemos organizado y participado, con compañeros como: Melanie, May, Iván… Además, estuvimos viendo que actividades se pueden hacer en Madrid durante el verano, así que espero encontrármelos en algunos de los sitios propuestos.
Durante estos meses, desde que comenzó la iniciativa de los espacios de participación, he podido conocer de forma más personal la situación de los participantes, conocer su situación, aquellas cosas que desean conseguir y las ganas que tienen por hacerlo, ayudándoles a hacer grupo, y viendo cómo van siendo amigos. Y, por supuesto, alegrándome de los logros que van consiguiendo y de su evolución personal.
En septiembre volveremos, con muchas ganas de realizar las propuestas que han ido surgiendo por parte de las familias y de las comunidades y, sobre todo, de vernos y disfrutar de estos ratos juntos.