Ahora es un momento personal de pararse a pensar en lo vivido. Por Olaya Vázquez García.

Ahora es un momento personal de pararse a pensar en lo vivido. Antes de empezar mi nueva etapa como doctoranda en el Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones me gustaría despedirme (parcialmente) de mi beca de prácticas en la oficina técnica del Servicio Jesuita a Migrantes con sede en Madrid. A pesar de que mi beca era de 12 meses me veo obligada a dejar el SJM con mucho pesar a los 3 meses.

Escribir la presente entrada es una oportunidad en la que me gustaría aprovechar para agradecer. Por un lado a la Cátedra de Refugiados y Migrantes Forzosos de la Universidad Pontificia de Comillas por darme esta oportunidad laboral, que no ha hecho más que enseñarme cosas sobre el apasionante mundo de las migraciones. Me ha dado la oportunidad de conocer a una red de personas implicadas en el cambio social que pasa por el acompañamiento, el servicio y la protección a las personas migrantes. Además, siento que he entendido el funcionamiento y organización de una ONG que trabaja en red para tener más impacto y aunar sus recursos hacia un propósito social más amplio.

Por otro lado, agradecer a toda la familia de organizaciones que forman el SJM en España por darme esta preciosa experiencia en la lucha contra los derechos de las personas migrantes. También quiero mandar infinitos abrazos a todas las personas que forman la Casa San Ignacio, por las comidas, las conversaciones sobre los precios de los pisos en Madrid, por las jornadas que hemos preparado junt@s, los desayunos de los viernes y la gran cantidad de eventos que hemos tenido en la semana y el #DíaInternacionaldelMigrante.

Gracias a Alberto Ares, por abrirnos siempre su hogar a comidas, celebraciones, conversaciones y tu inalterable buen humor. Gracias a María por tenernos siempre al tanto de lo que pasa en la Frontera Sur de España. Gracias a Jaime, por su sentido del humor a pesar de la carga de trabajo. Gracias a Dani, por enseñarme, por corregirme con ternura, por incluirme siempre como una más en todas las actividades de comunicación. Gracias a Alicia, por ser mi compañera de camino en este precioso tiempo de aprendizaje.