El ritmo adecuado

Leeds Libraries www.leodis.net

El ritmo adecuado
José Luis Becerra, profesor

Sing, sir? Do I sing? Oh, I’m indifferent enough, sir, for that; but the reason why the grave-digger made music must have been because there was none in his spade, sir. But the caulking mallet is full of it.

El carpintero del Pequod a Ahab, Moby Dick

Los calafates se encargaban de sellar las juntas de las tablas que formaban el casco de los barcos, cuando eran de madera.

Ayudados de un mazo y un hierro, introducían cáñamo en las junturas, con un golpeteo monótono. Para hacer el trabajo más soportable, al mazo, que se construía de la madera más dura de la que se disponía, se le abrían unas ranuras, que lo hacían más elástico, y lo dotaban de un sonido característico y más agradable.

Hasta el punto de que se decía que por el sonido del martilleo se podía reconocer al calafate en su tarea, que trataba de mejorarlo experimentando con distintos diseños de estriado. En la genial Moby Dick, el carpintero de ribera a bordo se jacta de que para su trabajo no necesita cantar, ya que su propia herramienta produce la música. Era un tiempo en el que los trabajos repetitivos se acompañaban de canciones para marcar el compás…

Hace unos años, poseído por el ímpetu del ecologismo entonces recién abrazado, decidí dejar de utilizar mi coche, y se lo regalé a un amigo. No fue fácil, porque me acababa de mudar a una casa bastante aislada, y la bicicleta se convirtió en mi mejor compañera. Alguna vez desde entonces me he planteado si debería reconsiderar mi opción, si realmente merecía la pena, si otras inversiones vitales no tendrían más impacto…

Posiblemente os haya llegado, como a mí, ese mensaje en el que se analizan las emisiones del viaje en velero de Greta desde América a Lisboa, comparadas con las que le hubieran correspondido si hubiera volado en avión comercial.

Tratando de armar una defensa para su elección (parecida a la mía), llegué a la conclusión de que lo importante no era tanto la reducción de emisiones, como la restricción al desplazamiento que suponía, por el tiempo invertido. En los 20 días que duró su travesía, podría haber asistido a muchos foros para defender sus ideas, en esos eficientes aviones, pero la suma de sus emisiones habría sido mayor… ¡Ni la Thunberg escapa de la paradoja de Jevons!

Así que de nuevo vuelvo a disipar mis dudas, al menos por un tiempo, seguro de que la bici me ayuda a encontrar el ritmo adecuado.

Walden

Walden
Heike Pintor, profesora

Walden es uno de los libros que siempre tengo sobre mi mesilla de noche y que releo con frecuencia. Fue publicado en 1854 por Henry David Thoreau. En él se narra la experiencia que el autor vivió durante su estancia de dos años, dos meses y dos días, en una cabaña de madera de 3 por 4,5 metros, construida por el mismo, en los bosques de Concord, Massachusetts. Es un diario que relata una aventura mística y filosófica con una profunda conexión con la naturaleza. Nos hace reflexionar sobre lo poco que necesitamos realmente y lo importante que es vivir una vida sencilla apreciando el mundo que nos rodea. Comparto un breve extracto (Walden, 1854) para la reflexión: “…Fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente; enfrentar solo los hechos de la vida y ver si podía aprender lo que ella tenía que enseñar. Quise vivir profundamente y desechar todo aquello que no fuera vida… Para no darme cuenta, en el momento de morir, que no había vivido…”

Sentir conexión con la naturaleza

Sentir conexión con la naturaleza
Amparo Merino, profesora

Una vida más austera y menos dependiente de cosas materiales no ha de ser vivida necesariamente como un sacrificio, sino más bien como una liberación, como viajar más ligero de equipaje. Darme cuenta de que no hay distancia entre mí misma y otros seres (incluido ese pequeño brote que lucha por vivir en el cemento de la gran ciudad), que somos parte de la misma esencia, es el motor más eficaz para ese viaje.