Acabar la universidad supone la apertura de muchas puertas, una de ellas la del mundo laboral. Y buscar empleo puede ser un verdadero dolor de cabeza debido a la experiencia requerida por algunas empresas. Debido a esto muchas veces el talento joven se ve frustrado y decide emprender una nueva aventura, abriendo su propio negocio.
Ejemplo de esto fueron Mikkel Andersen y Sebastian Petersen, dos jóvenes daneses de apenas 18 años probablemente un poco ingenuos y sin una idea clara de lo que querían montar, que en 2007 tras acabar el instituto y con un pie en el mundo universitario decidieron abandonar sus estudios y entrar por la puerta grande al mundo laboral con la fundación de Trendhim.