Clases sociales y riesgo de desempleo

Es evidente que el riesgo de perder el empleo representa una importante fuente de desigualdad si comparamos diferentes tipos de trabajo, ya que el paro involuntario normalmente conlleva una reducción significativa de los ingresos. El desempleo de larga duración merma las oportunidades vitales de las personas.

El gráfico 15 muestra la tasa de paro según la clase social, definida por la última ocupación. Se observan grandes diferencias entre clases en todos los países. Las tasas más elevadas entre los hombres españoles, muy por encima del 20%, corresponden a los trabajadores manuales cualificados y los trabajadores no cualificados. De hecho, es más del doble que entre los trabajadores de servicios y comercio de nivel bajo o que entre las ocupaciones intermedias, que se quedan en el 11,5%. Mucho más baja es la incidencia del desempleo entre los directivos y profesionales de nivel alto y bajo, con un 3,8% y un 6,8%, respectivamente. También es baja la tasa de desempleo entre los autónomos y pequeños propietarios (4,9%), quienes en tiempos de poca actividad económica muchas veces pueden reducir sus horas de trabajo.

Gráfico 15 – Tasa de paro masculina según clase social en cuatro países de la UE. 2009

C5-G15

Fuente: Elaboración Fundación Encuentro a partir de datos de Eurostat.

La tasa de desempleo en Reino Unido y Dinamarca no sólo se encuentra en un nivel generalmente mucho más bajo, sino que, además, son más pequeñas las diferencias relativas entre unas clases y otras. Mientras la tasa de desempleo de los trabajadores no cualificados en España es 6,5 veces más alta que la de los directivos y profesionales de nivel alto, esta misma razón se sitúa en 5,0 en Austria, 3,8 en el Reino Unido y tan sólo 3,5 en Dinamarca. Las desigualdades de clase, en términos de las oportunidades en el mercado laboral, son, por tanto, más acentuadas en España que en los otros tres países.

La situación entre las mujeres es semejante (gráfico 16). De nuevo se demuestra que, aunque en Reino Unido y Dinamarca también existen diferencias significativas entre las distintas clases sociales, las disparidades son mayores en España. Por ejemplo, la tasa de desempleo de las directivas y profesionales de nivel alto o bajo es más o menos el doble en España que en los demás países. Por su parte, la tasa de paro de las trabajadoras no cualificadas españolas es tres veces la de Reino Unido y casi cuatro veces la de Austria. El hecho de que la tasa de paro entre las trabajadoras manuales cualificadas sea tan extremadamente alta en España se explica porque, como hemos visto en los apartados anteriores, esa clase pierde cada vez más importancia y ya sólo representa un segmento de tamaño muy restringido entre las mujeres. Pero a diferencia de los hombres, el contraste más destacado de la comparación internacional es la precaria situación de las mujeres en los servicios y comercios de nivel bajo. Entre el proletariado de servicios femenino la tasa de paro de las españolas es 3,5 veces la de las británicas o danesas y 4,1 veces la de las austriacas.

Gráfico 16 – Tasa de paro femenina según clase social en cuatro países de la UE. 2009

C5-G16

Fuente: Elaboración Fundación Encuentro a partir de datos de Eurostat.

En síntesis, los datos analizados reflejan la enorme segmentación que existe en el mercado laboral español. La polarización de las condiciones de vida es un rasgo típico del régimen de bienestar fragmentado. Ni siquiera en Reino Unido, donde tampoco existe un Estado de bienestar muy desarrollado, se dan estas desigualdades sociales en cuanto al riesgo de desempleo. Se confirma así la hipótesis de una mayor igualdad de oportunidades de empleo en Dinamarca, aunque Austria también se perfila como un país relativamente igualitario en este aspecto. España también es diferente de los demás países en que la tasa de desempleo de las mujeres es más alta que la de los hombres. De todos modos, independientemente del contexto institucional, en cuanto a riesgo de desempleo prevalecen las diferencias de clase sobre las de género.

Deja un comentario