Comillas reafirma su compromiso con la crisis de los refugiados

La crisis de los refugiados sigue ocupando buena parte de la agenda pública, también en la universidad. En esta ocasión y coincidiendo con la presentación del libro, publicado por el Servicio de Publicaciones de Comillas, Migrantes forzosos de Alfredo dos Santos Soares, recientemente doctorado por la universidad, varios especialistas reflexionaron sobre la emergencia migratoria. Entre ellos, Francesca Friz-Prguda, representante de ACNUR en España; Fernando Mariño Menéndez, Catedrático de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universidad Carlos III; Cristina Gortázar Rotaeche, Directora de la Cátedra Jean Monnet de la universidad, y el propio autor.

Presentación Migrantes Forzosos
Momento de la presentación

La representante de ACNUR en España recordó que la que ahora vivimos en Europa es una situación permanente en muchas regiones del mundo: «El 86% de todos los refugiados están en países cercanos al conflicto o en vías de desarrollo», concretó. Pese a lo anterior, también señaló «que estamos sumidos en una gran crisis con un número récord de refugiados. Nunca antes había habido un número tan alto. Cada día, se desplazan 42.500 personas».

Francesca Friz-Prguda señaló que los recortes en la ayuda humanitaria de los últimos años han sido el principal detonante de esta crisis. «Hay otros agravantes, tanto en los conflictos como en sus propias soluciones, entre ellos, la superpoblación o los efectos del cambio climático», apuntó. La representante de ACNUR concluyó su intervención apelando a un esfuerzo común para que «los refugiados no se conviertan, otra vez, en víctimas. En este caso, del estigma del terrorismo».

El catedrático de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales, Fernando Mariño, insistió en que el sistema jurídico internacional tiene grandes lagunas, «también en lo que a las migraciones forzosas se refiere. La referencia siempre tienen que ser los Derechos Fundamentales». Mariño trató de aportar una perspectiva optimista hablando de los avances en la materia que están teniendo lugar en América Latina.
Migrantes forzosos
La profesora Cristina Gortázar, directora de la investigación que condujo al libro, defendió la noción de refugiado propuesta por el autor e insistió en la necesidad de cambiar la definición que el Derecho Europeo hace de los mismos. «La academia tiene que ir muy por delante del mundo prosaico. Si el Estado te persigue, eres un refugiado. Pero si no te persigue pero no puede protegerte, también eres un refugiado», adujo. Concluyó su intervención incitando a «priorizar la reubicación de los refugiados más vulnerables».

Autor del libro
El autor, Alfredo dos Santos

Alfredo dos Santos Soares, autor de Migrantes forzosos, insistió en que los refugiados son la cara menos amable de la globalización. «En las historias de los migrantes y los refugiados no cabe el orgullo, sino la ignominia de nuestras sociedades»

Khalil, la historia de un Refugiado.

París y Kobane

Por Cristina Manzanedo,  Servicio Jesuita a Migrantes.

Enero de 2015: Tropas kurdas liberan la ciudad siria de Kobane, en manos del ISIS.

Khalil tiene 34 años, está casado y tiene dos hijas de 4 y 2 años. Es refugiado kurdo y vivía en la ciudad de Kobane, al norte de Siria. Ayer nos encontramos en mi casa y tomamos un café juntos. Estaba muy abatido y conmocionado por los atentados de París y quería contarme que él conocía de primera mano la violencia de Daesh (nombre árabe de ISIS). “París y Kobane, somos uno”, “Estamos juntos en esta lucha, París y Kobane”, repetía.

Yo no le entendí muy bien pero era patente su deseo de explicarme que él también había experimentado la violencia de Daesh. En un momento dado, sacó su teléfono móvil y me pidió que mirase unas fotos, de una violencia difícil de describir. Eran fotos de Kobane, de sus vecinos, de su familia, muertos. En silencio, vimos juntos muchas fotos de civiles asesinados por las calles, en las casas, amontonados en cualquier sitio, la ciudad ardiendo. “Daesh …” decía mientras pasaba las imágenes …. Khalil es musulmán pero llama hipócritas a los musulmanes que matan mujeres, niños y civiles indiscriminadamente.

Khalil comenzó a llorar, un llanto callado, contenido. Lloramos juntos, abrazados, por las víctimas de París, por las víctimas de Kobane, por sus familias, por la brutalidad de la violencia.

Khalil está ahora solo en Madrid, la guerra ha separado a su familia, sus hermanos están en Alemania y Suecia, sus padres, su mujer y sus hijas en Turquía. Khalil y su familia aspiran a encontrar un sitio seguro donde poder rehacer su vida. No lo van a tener fácil. Él ha entrado a Europa por España y las normas de reparto europeas (el sistema Dublín) le obligan a permanecer a España. Pero él no quiere ni oír hablar de esta posibilidad. Entró por Melilla y ha sufrido mucho durante su estancia allí. Además, el deseo de reunirse con su familia se impone a las normas legales europeas.

Oyendo a Khalil me doy cuenta de nuestra ignorancia, de que apenas sabemos nada de esas otras víctimas que tratan de llegar a Europa buscando protección. Yo no sabía nada de Kobane, miro en internet y veo que hay bastante información. Khalil, sin embargo, me ha abierto los ojos y me ayuda a ampliar mi mirada y comprender mejor este problema internacional.

Cuando terminamos el café, me enseña otras fotos, las de sus hijas antes de abandonar Kobane, antes de la guerra. Muestran unas criaturas alegres, sanas, bien vestidas, riéndose, podían ser nuestras hijas. La separación de ellas le vuelve a emocionar profundamente, aspira a reunirse de nuevo con su familia, tener salud, éxito en la vida y, cuando parece que ya ha terminado, baja los ojos y añade que necesitamos y desea para todos un futuro de paz y reconciliación. Su deseo me conmueve profundamente y me uno a él en esa esperanza de que la brutalidad no sea el fin de esta historia sino un futuro de compasión y cuidado mutuo entre los seres humanos.