Desde la frontera, desde Nador. Por Pablo Badía

Hace poco más de un mes, un miércoles 6 de septiembre aterrizaba en Nador. Una ciudad situada al noreste de Marruecos, perteneciente a la región del Rif Oriental. Destaca por ser un enclave fronterizo situado cerca de la ciudad española de Melilla.

Antes de llegar a Nador, trabajaba en una fundación en Valencia dedicada a la inserción sociolaboral. Mientras trabajaba cursé el máster de Migraciones Internacionales de la Universidad Pontificia de Comillas. Y posteriormente surgió la oportunidad de solicitar la beca de prácticas en terreno que oferta la Cátedra de Refugiados y Migrantes Forzosos del Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones de la UPC.

La cuestión de solicitar la beca surge desde la inquietud de trabajar en terreno. Después de los conocimientos adquiridos en el máster y el trabajo acompañando a personas migrante en España, surgió la necesidad de salir y trabajar acompañando a las personas migrantes desde la frontera.

El deseo de seguir aprendiendo y aportar mis conocimientos, mi experiencia sobre la cuestión migratoria, el deseo de trabajar desde la primera línea fue decisivo a la hora de tomar la decisión de hacer las maletas y marchar.

Obtener esta plaza ha sido y es toda una oportunidad para seguir aprendiendo, esta vez desde el terreno, dejando el aula y saliendo al encuentro.

¿Mi día a día? ¿Los retos que voy enfrentando? Pues la verdad no son pocos… pero se va saliendo adelante.

Trabajo en la Delegación Diocesana de Migraciones (DDM), una obra de la Iglesia Católica promovida por la Diócesis de Tánger, que atiende a personas migrantes y refugiadas. Es una obra que se dedica principalmente a la Asistencia Humanitaria. La DDM está presente en las ciudades de Tánger, Tetuán, Al Hoceima y Nador, también dispone de proyectos en país de origen. Mi trabajo se realiza principalmente en la zona de Nador y Al Hoceima.

Existen diferentes equipos de trabajo desde los que se interviene, estos son:

  • Equipo social y espacio Nadafa, desde el que se realiza una primera acogida, se facilitan elementos de primera necesidad como alimentos o vestimenta, acceso a instalaciones para lavar la ropa. También se acompaña en trámites administrativos como registros de nacimiento.
  • Equipo jurídico, asesorando en cuestiones como la demanda de asilo.
  • Equipo psicosocial, por medio del cual se desarrollan actividades de sensibilización y fortalecimiento individual y comunitario.
  • Equipo médico, atiende necesidades sanitarias básicas de mujeres embarazadas, niños/as, jóvenes…
  • Equipo residencia, es un espacio habitacional desde el que se acoge temporalmente a personas, sobre todo mujeres que van a dar a luz.
  • Espacio mujer, un lugar desde donde cuidar la salud integral de las mujeres.
  • Espacio de infancia, que acoge a los/as hijos/as de las mujeres que acuden al espacio mujer. Se realizan actividades lúdicas y de aprendizaje.
  • Equipo de logística, encargado de compras y de desplazamientos, como urgencias al hospital.
  • Equipo administrativo y financiero, desde el que se gestiona la parte económica.

Además, se realizan actividades como cursos de castellano, inglés…

Y junto a los equipos de intervención, existe una responsable de zona y coordinación. Es aquí donde se sitúa mi trabajo, ayudando a la gestión de los diferentes equipos. Y a la vez trabajando en la asistencia técnica de proyectos.

Los retos son muchos, tantos como la riqueza y aprendizaje que estos conllevan. Por ejemplo, trabajar con un equipo multicultural, con compañeros/as procedentes de diferentes puntos del continente africano y europeo es un reto. Otro, la legua de comunicación, el francés, la capacidad de estar constantemente teniendo reuniones de equipo, redactando proyectos, haciendo intervenciones en una lengua que no es tu lengua natal. También, el trabajo en la gestión de proyectos con sus contrapartes y sus financiadores, estas últimas semanas hemos estado justificando un par de proyectos y ahora comenzamos con las nuevas propuestas. Otro es la riqueza y la adaptación de estar en un país árabe y musulmán, donde convive una diversidad cultural fuerte. A todo esto, se le añade la capacidad de responder a las urgencias y la flexibilidad de adaptarse a un entorno constantemente cambiante.

Pero sobre todo, el mayor reto, la causa primera que nos llevó a venir aquí, la intervención y acompañamiento a personas migrantes. Este último, constituye el mayor reto para mí y para la entidad. ¿Cómo acompañar tanto dolor humano que genera la migración forzosa? ¿cómo generar esperanza en vidas rotas y heridas?

Aquí seguimos desde la primera línea, desde el terreno, desde tierra hostil… acompañando y dejándonos acompañar. Acompañando historias con rostro humano, historias de resistencia.

Acompañado de tantos y tantas compañeras con las que seguir dando algo de alivio, descanso y liberación en medio del trayecto migratorio. Desde la Cátedra, la UPC, el IUEM, Entreculturas, la comunidad jesuita de Nador, la Iglesia local… desde aquí seguimos dejándonos acompañar y acompañando.

Desde la frontera, desde Nador… Seguimos.

 

Pablo Badía es Contrato en Prácticas 2023-2024 de la Cátedra de Refugiados y Migrantes Forzosos de la Universidad Pontificia Comillas.

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