Teresa se mira en el espejo del pasillo y se ajusta la bufanda. Son las ocho de la mañana y ahí fuera hace mucho frío pero ella no va a salir con guantes. Necesita los dedos desnudos, los dedos sin intermediarios, los dedos libres. Porque en una mano va a llevar un móvil que tiene un botón del pánico y en la otra un spray de defensa personal. Y, a veces, una llave en punta entre los dedos por si él…-Sé cuántas farolas hay en mi calle: 12. Y cuántos pasos separan cada una: 28.Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El Mundo