Ver documento – Informe España 2020 Cap. 5
Andrés Walliser y Pedro Uceda
El modelo residencial español ha tenido unas características muy específicas con respecto al ámbito OCDE, y algo más similares al entorno de países del sur de Europa. El español es un modelo que se ha articulado desde hace décadas en relación con la propiedad como modo de tenencia mayoritario. Este se ha ido imponiendo como un paradigma de consolidación de los hogares españoles en sus distintas fases y ha alimentado un pilar fundamental del sistema productivo español: la construcción. No obstante, el sobrecalentamiento de un modelo insostenible, que trajo la crisis y el fin de la burbuja, supuso, al menos sobre el papel, un replanteamiento del modelo residencial desde las directrices estatales, con el giro, a partir de 2009, de los Planes Estatales a incentivar el alquiler y la regeneración de vivienda y ciudad, en lugar de seguir alimentando las inercias históricas de VPO con todas limitaciones que estas presentaban en las dos últimas décadas. El tránsito hacia un modelo con más peso del alquiler como régimen de tenencia se apunta suavemente, pero más en clave de necesidad y de precarización del acceso al mercado residencial que como una decisión propia de los hogares.
Por otro lado, la relación entre vivienda y vulnerabilidad se intensifica en los últimos tiempos. En los medios de comunicación son continuas las informaciones sobre la subida de precios de las viviendas o el drama de los desahucios, pero en gran medida se dejan de lado otros problemas que no por invisibles deben entenderse como menos importantes: la imposibilidad de poder emanciparse por parte de los jóvenes debido a la relación salario/precio de la vivienda, la inadecuación de las viviendas de la población adulta mayor, las pésimas condiciones residenciales que a menudo sufre la población migrante y, muy especialmente, un problema tan importante y complejo como es el sinhogarismo en nuestro país. La pandemia global de la COVID-19 introduce nuevas incertidumbres respecto a la evolución del modelo residencial y su impacto en los sectores más vulnerables de la sociedad.