Javier Pérez, M. Á. Vázquez y Ramiro Viñuales
Nos disponemos en el presente artículo a adentrarnos en la reflexión sobre la nueva forma de ejercer la ciudadanía que ha ido cobrando protagonismo en la sociedad española a lo largo del último lustro. Es ésta una reflexión compleja y multidimensional, sujeta en muchas ocasiones a la propia subjetividad que encierran los conceptos. ¿Qué entendemos por ciudadanía? ¿Qué debemos considerar como nuevo? ¿Existe consenso acerca de los contextos que dan origen a esta nueva ciudadanía? Ciertamente es complicado analizar y diagnosticar una realidad que, además de aún cercana en el tiempo, se encuentra en constante evolución desde su primer estallido. Con todo, sí existen determinadas cuestiones que objetivamente pueden servirnos para avanzar en la reflexión acerca de si existe tal nueva ciudadanía, si es relevante y si tiene capacidad de consolidarse en el futuro.
Para nuestra investigación hemos querido hacer un recorrido que parta de los contextos en los que surge esta nueva ciudadanía, con un claro protagonismo del 15-M y sus ecos en las nuevas formas de organización ciudadana, pasando luego por la propia definición de ciudadanía en un diálogo entre lo nuevo y lo tradicional. Tras esto realizaremos un repaso por lo que consideramos que son los principales aportes, innovaciones y retos que conlleva esta nueva forma de entender el ejercicio de la ciudadanía. Por último, relacionaremos todo lo analizado con el contexto global en el que habrá de desarrollarse. En un proceso de mundialización como en el que estamos inmersos y ante un cada vez más evidente cambio de ciclo histórico se hace imprescindible intentar intuir las repercusiones que puede alcanzar la nueva ciudadanía en el escenario global y la responsabilidad que ésta tiene en la construcción del futuro.
El artículo, en su recorrido desde la Puerta del Sol de Madrid hasta la visión de una mundialización justa, centra toda su tesis en un proceso que servirá de detector de las nuevas formas de ciudadanía: el paso de la protesta a la propuesta. Hay una realidad de empoderamiento muy interesante que subyace a todos los movimientos que de manera más o menos evidente y con mayor o menor eco mediático se están generando. De consolidarse esta realidad, de lograr superar el proceso de desmovilización que se está produciendo en el año 2016 por la parálisis política en España, puede dar lugar a cambios irreversibles en el panorama social español que ayuden a construir una sociedad más justa, participada, abierta y democrática.