La situación de la educación es motivo de preocupación permanente en España, al igual que sucede en todos los países de nuestro entorno. El interés que tan unánimemente suscita deriva del hecho de ser ampliamente considerada como uno de los factores que más contribuyen a modelar la realidad social, económica, política y cultural. Este capítulo pretende realizar un análisis de la situación de la educación en nuestro país, con el doble objetivo de identificar los principales retos que afronta en la actualidad y esbozar algunas propuestas que permitan darles respuesta.
El sistema educativo español se ha transformado profundamente en los últimos cincuenta años y presenta hoy una situación similar o cercana a otros países desarrollados, si bien manifiesta algunos problemas preocupantes que requieren solución. Entre ellos cabe destacar las bajas tasas de titulación, la insuficiencia de los resultados obtenidos, el deterioro de la equidad, la organización no siempre adecuada del sistema escolar, la necesidad de mejorar el funcionamiento de las escuelas y de potenciar la profesión docente o la falta de un consenso acerca de las reformas necesarias, por no citar sino algunos de los principales. Otra cosa es que la solución a tales problemas sea tan sencilla e inmediata como algunas voces propugnan.
La identificación de las áreas problemáticas que presenta la educación española en la actualidad constituye la base para determinar los retos principales que deben afrontarse a corto y medio plazo. Los retos o desafíos que se destacarán son de dos tipos: un primer grupo tiene que ver con los fines y el sentido de la educación en sus diferentes niveles y etapas, mientras que un segundo grupo guarda relación con los mecanismos o condiciones que permiten dar respuesta a los anteriores. Siendo todos ellos importantes, los primeros tienen carácter finalista, mientras que los segundos son instrumentales, motivo por el cual conviene distinguirlos. En el primer grupo se hallan, reducir el fracaso escolar, identificar los saberes necesarios para el futuro, mejorar el rendimiento educativo y aumentar la equidad. En el segundo, mejorar el funcionamiento de las instituciones educativas, dar forma a la profesión docente y lograr el consenso en materia de educación.