Los ciudadanos residentes en España realizan sus viajes de larga distancia fundamentalmente por tierra (92%). En cuanto al resto de trayectos, un 6% se hace en avión, según la encuesta Movilia 2006/2007. Lógicamente, la distancia que hay que recorrer influye de manera decisiva en la elección. Así, por ejemplo, un 93% elige el avión para distancias superiores a los 1.000 kilómetros.
El gráfico 12 muestra la evolución del flujo de viajeros de larga distancia para los modos terrestres. Esta evolución se compara con la de la renta per cápita para cotejar el desarrollo de la movilidad y su relación con la economía. En primer lugar, se observa que la movilidad ha crecido un 22% desde 1998 hasta 2011 (medida en pasajeros-kilómetro), si bien este aumento se produce en los primeros años, se ralentiza entre 2005 y 2009 y desciende desde este último año.
Este incremento de la movilidad es pequeño si se compara con el de la economía en la misma etapa, ya que en 2011, y a pesar del estancamiento debido a la crisis, la renta per cápita en España era un 70% más alta que en 1998. El gráfico muestra, por tanto, que pequeñas variaciones en la economía afectan de manera muy importante a la producción de viajes. Habrá que ver cómo evolucionan estas cifras con el agravamiento de la crisis. También pone de manifiesto las grandes diferencias de magnitud entre los movimientos realizados por carretera y por ferrocarril, un reparto modal desequilibrado que ya se ha comentado.
Gráfico 12 – Evolución de la movilidad de viajeros en modos terrestres según modo y del PIB per cápita. En millones de viajeros-kilómetro y en euros por habitante. 1998-2011
Fuente: Elaboración Fundación Encuentro a partir de Ministerio de Fomento, Anuario estadístico, varios años; y datos de Eurostat.
La evolución del tráfico en las autopistas de peaje se ha visto mucho más afectada por la crisis que el flujo en las carreteras libres. El volumen global de desplazamientos se mantiene en términos generales, pero los viajeros evitan, en lo posible, la circulación por autopistas de peaje. Prueba de ello es que el tráfico en las autopistas de peaje se ha reducido un 17,3% en el período 2007-2011, mientras que el tráfico global lo ha hecho un 8,6%.
La evolución de las variables vehículos por kilómetros en autopistas de peaje y del PIB per cápita siguen tendencias similares (gráfico 13). Esto indica claramente que una situación de recesión produce una reducción de igual magnitud del uso de las vías sujetas al pago de peajes.
Gráfico 13 – Evolución del tráfico en autopistas de peaje por tipo de vehículo y del PIB per cápita. En números índice. Base 1998=100. 1998-2011
Fuente: Elaboración Fundación Encuentro a partir de Ministerio de Fomento, Anuario estadístico, varios años.
Se puede decir que la movilidad de personas en las carreteras españolas –modo mayoritario– no aumentó mucho durante los años de expansión económica de la última década ni ha disminuido en exceso desde el comienzo de la crisis. Es decir, ha sufrido variaciones más moderadas que la economía. Por el contrario, la evolución de las autopistas de peaje está muy ligada a la de la riqueza del país.
Respecto al transporte aéreo de viajeros, éste se caracteriza por la prácticamente inexistente falta de competencia para trayectos muy largos y por tener un peso creciente del tráfico internacional, que supuso un 63% del total en 2011 (Ministerio de Fomento). Tanto el tráfico nacional como el internacional han aumentado en el presente siglo, aunque el crecimiento de los viajes internacionales ha sido mucho más acusado (tabla 1). En 2011, se realizaron un 57% más de viajes internacionales y un 33% más de viajes nacionales en avión que en el año 2000. Este aumento se debe en parte a las compañías de bajo coste y a la popularización del avión como modo de transporte.
La crisis también ha tenido su impacto en la movilidad aérea, principalmente en los viajes nacionales, para los que puede haber otros modos alternativos, como el AVE. También hay que señalar que muchas empresas e instituciones han reducido drásticamente sus partidas de viajes dentro de sus planes de recorte, lo que afecta en mayor medida a los desplazamientos en el territorio nacional. En los viajes internacionales, el descenso experimentado en 2008 y 2009 se ha visto compensado con el aumento en 2010 y 2011, año récord, con 127 millones de llegadas y salidas en los aeropuertos españoles.
A la vista de estas cifras, se puede señalar que el sector aeroportuario sigue activo y en crecimiento, sobre todo para las relaciones internacionales, gracias a las cuales el tráfico no ha decaído a pesar de la crisis. Aunque los vuelos nacionales han disminuido desde 2007, el sector en su conjunto ha experimentado un claro crecimiento: un 74% desde el año 1998.