Educar en la paciencia y la incertidumbre hará que los niños tengan una madurez más feliz

«El contexto en el que vive un niño determina las habilidades y competencias que este adquiere de forma natural, así como aquellas que requieren de una instrucción explícita por parte de los adultos (padres, madres y docentes).

Mi padre, por ejemplo, creció en una casa compartida con mis abuelos y sus once hermanos. La toma de turnos, la responsabilidad de cuidar unos de otros, la gestión de la espera, la necesidad de compartir, etc. fueron habilidades que adquirió de forma natural.»

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[fa type=»file-text»]  Fuente: The Conversation

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