«Como único proveedor de su familia, Gift, de nueve años, está agotado y, a pesar de las esperanzas de ser maestro, tiene pocas oportunidades de estudiar..
Mientras otros niños juegan al fútbol o ven dibujos animados en casa después de la escuela, Gift Phiri, de nueve años, va a trabajar.
Después de su día en la escuela primaria en Mchengautuwa, en la ciudad de Mzuzu, en el norte de Malawi, el niño de nueve años regresa a casa para comenzar a trabajar, martillando láminas de metal de bordes afilados, dándoles forma de estufas de carbón para cocinar. Gift, que vive con su abuela, dos hermanos menores y otro pariente, comenzó a hacer las estufas después de que su abuelo lo entrenara cuando tenía seis años.»
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