A la niña se le ha caído su primer diente y ha sido todo un acontecimiento en su clase. Ha salido del cole, muy contenta, bajándose la mascarilla para revelar el hueco. Porque en su mundo infantil es su ritual de iniciación a la boca adulta. (De hecho, todos en clase controlan a la perfección los dientes caídos y por caer de todos los compañeros y esperan que les toque el turno).
Fuente: El País