A los que una vez fueron jóvenes, y ya no lo son, les cuesta entender a las nuevas generaciones. Los que llevan menos tiempo en el mundo tratan de diferenciarse y pueden llegar a repudiar a sus mayores. Entre la juvenofobia y el individualismo —agravados por la grave crisis y el acelerón tecnológico—, la desconexión intergeneracional puede causar graves disfunciones en la sociedad.
Fuente: El País