La necesidad más esencial de los hijos ante el divorcio de sus padres es la continuidad de la relación y el cariño con ambos, mantener sus costumbres en la medida de lo posible es lo único que reclaman. Sin embargo, no todos los que se divorcian lo saben hacer y es en esta situación cuando sale la cara más perversa de las personas. Ya sea por rencor, por celos, por la pérdida de estatus, y sobre todo por detrimento económico, algunos utilizan la herramienta de chantaje que más duele en el alma de una madre o un padre: los hijos.Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: La Razón