«Ballenas», «barcos», «monos»… son términos ampliamente utilizados en el argot del juego. Todos vienen a significar lo mismo: jugadores pésimos que vienen a regalar el dinero a los buenos, a los «tiburones». En este caso, Facebook era el escualo y los niños las ballenas, que venían a dejarse sus ahorros (o los de sus padres) en las apps de Angry Birds, PetVille y Ninja Saga. La compañía de Mark Zuckerberg calificaba así a los menores y llamaba «fraude amistoso» a la práctica en sus comunicaciones internas.Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El Diario