Ser ético e íntegro son atributos del ser humano que no suelen mostrarse en los medios de comunicación ni se anuncian en vallas publicitarias. En cambio, la deslealtad y la falta de ética se publicitan hasta la saciedad por doquier: programas de televisión que buscan el morbo y el conflicto sin resoluciones, telediarios compulsivos que informan de la parte oscura de la Humanidad pero rara vez de la parte constructiva, políticos que nunca llegan a acuerdos porque la paz no es el espectáculo que alimenta la audiencia… En definitiva lo perverso, lo feo y la mentira vencen porque se repiten mucho pero nunca pueden convencer a todo el mundo.
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[fa type=»file-text»] Fuente: La Razón