Ante todo, quiero dejar clara una cosa: fuera de los manuales de educación escolares (que también cambian), no hay libros de lectura obligatoria para todo el mundo. En efecto, en las librerías nos aguardan libros imprescindibles, pero no sabremos que lo son para nosotros hasta haberlos leído. Cada cual debe encontrar los suyos. Ahora he jugado a imaginar qué libros me gustaría que me regalasen si yo tuviese diez, quince o veinte años. Responden a mis gustos, que hoy conozco mejor que a cada una de esas edades felices. Si usted se parece a mí como lector, también le gustarán. Si no… siga buscando.
Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El País