Todo empieza con frases como “Estoy buscando a mi media naranja”, “los celos y el control son una muestra de que me quiere” o “Sin él no soy nada” y ese sólo es el principio de una relación que cada vez será más tóxica. Quizás prefieras no llamarlo violencia de género, pero los casos empiezan por pequeñas sutilezas sino se sabe cortar a tiempo. Es posible que cada vez que tu hijo te cuenta de vez en cuando lo que le pasa o el tipo de relaciones que tiene, no te gusta, pero no sabes cómo frenar esa espiral en la que está o conseguir que reaccione y pueda hacer algo para marcar ciertos límites.
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[fa type=»file-text»] Fuente: La Razón
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: PHUOC LE | Unsplash