Hamida Begum, la tía de la novia, pasó dos horas decorando con henna los brazos y piernas de la pequeña.»Así está más guapa», aseguró. La chiquilla asistía a toda la conversación con la cabeza baja. Sus padres habían dicho que tenía entre 17 y 19 años, pero cuando se le cuestionó directamente les desdijo: «tengo 15 años».Sentada sobre una estera en la choza de caña y barro donde residía con su familia, Nur Fatema esperaba a que su próximo marido, Nur Hakim, viniera a recogerla. A las 4 de la tarde el novio se presentó en la chabola y condujo a su futura consorte entre callejones marcados por canales de agua pestilente y pilas de basura hasta su nueva residencia: un chamizo tan paupérrimo como el de su propio clan, que tendrá que compartir con los 8 miembros de su nueva familia.
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