Cuando tenía 13 años, igual hasta 14, mi madre me dejó coger el autobús sola POR PRIMERA VEZ. Y, según me contó mucho después, siguió con su coche al conductor de la EMT a una distancia prudencial. Así que no me vengan ahora con que la sobreprotección es culpa de la tecnología, señores de Netflix.
Sí, acabo de ver Arkangel, el segundo episodio de la cuarta temporada de la serie Black Mirror, todo lo pronto que me ha permitido la crianza de dos nativos digitales.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El País