«Siempre pensé que había muchos niños en orfanatos como para seguir trayendo niños al mundo». Y así, hace trece años, comenzó la experiencia adoptiva de Gema. Cuenta esta madrileña de 43 años que cuando decidió poner en marcha su primera adopción no tenía pareja, trabajaba como maestra de educación especial y estudiaba Psicología. No tenía prisa, así que encaró el proceso siguiendo cada paso al «tran tran». Entonces Etiopía acaba de abrir la adopción internacional, y no pasaron más de dos años hasta que pudo recoger a Belu. Ella tenía 30 años, su pequeño, nueve meses.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El Diario
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