Ver documento – Los retos de la digitalización en la industria española
A. López, J. Ortega, M. Ventosa y B. Villazán
El potencial de mejora en la eficiencia y de crecimiento que representa la aplicación generalizada de tecnologías digitales en los procesos productivos es enorme. Casi un tercio del crecimiento global de la economía española se debe a la digitalización, y esta cifra relativa tiene visos de seguir aumentando en el horizonte de 2030. No obstante, el cambio cualitativo de la inmensa mayoría de los procesos y dinámicas industriales conlleva una serie de barreras que hacen que la transformación digital no pueda implementarse de manera sencilla. Al calor de las comunicaciones masivas entre activos físicos, sistemas de información y personas, aparecen nuevas oportunidades para los ciberdelincuentes, lo que se traduce a menudo en un freno para los actores industriales a la hora de aprovechar las ventajas de la digitalización. Además, las dinámicas no lineales de estos últimos años, en los que muchas voces autorizadas defienden que hemos pasado de tener velocidad constante de cambio a aceleración constante de cambio, chocan de frente con la inercia de la Administración y de la mayoría de los centros de formación a la hora de adaptarse a las necesidades de la industria. Y chocan además con la propia naturaleza humana, proclive a oponerse a los cambios generalizados de las condiciones de su entorno. Como consecuencia, nos encontramos con una situación en la que la mayoría de las compañías industriales encuentran grandes dificultades para poder contratar a los nuevos perfiles que necesitan, así como para formar a su propia fuerza de trabajo y proveerla de las nuevas y necesarias habilidades digitales.
El advenimiento y la generalización de las tecnologías de inteligencia artificial, que constituyen quizás la más alta expresión de los procesos de digitalización, hace previsible que un gran volumen de tareas y de puestos de trabajo desaparezcan o se transformen en un futuro próximo al ser automatizadas. Si bien cabe esperar que aparezcan nuevos puestos de trabajo que sólo pueden desempeñar las personas, es importante realizar la transición entre la situación actual y este nuevo escenario con responsabilidad hacia las personas que previsiblemente quedarán descualificadas para trabajar por sus bajos conocimientos y habilidades tecnológicas y con dificultad para formarse.