Xavier Martínez-Celorrio
En los últimos años se está formando una ola de cambio educativo en España desde determinadas escuelas y colectivos de profesores que se han atrevido a transformar y superar el modelo pedagógico tradicional. No nos referimos a aisladas innovaciones de aula, sino a “sujetos colectivos” que han creado nuevas formas de enseñar, aprender, evaluar y vivir la educación. Se trata de una ola de cambio genuina que viene desde abajo, parte de contextos situados muy locales y es el resultado creativo de una profunda reflexión superadora del paradigma escolar tradicional, rescatando el espíritu de la Escuela Nueva de principios del siglo XX para actualizarlo en pleno siglo XXI. Son procesos, alguno convertido ya en modelo, que, poco a poco, van recibiendo una mayor atención mediática con impactantes titulares que nos hablan de escuelas sin exámenes, sin asignaturas, sin deberes y sin libros de texto, despertando el interés de la ciudadanía en torno a este giro transformador.
Sus protagonistas son escuelas públicas y concertadas que están en la vanguardia del cambio pedagógico haciendo uso de la autonomía escolar y de la experimentación que permite la actual legislación. Son escuelas con un proyecto educativo vivo y actualizado, buen profesorado cohesionado, prácticas superadoras del modelo memorístico-magistral y un compromiso firme con los desafíos que plantea socializar y educar a las nuevas generaciones en la cultura transmedia y digital. Son centros de Primaria o de Secundaria que no siguen un patrón común de innovación o experimentación, sino que responden a una emergente diversidad de soluciones organizativas y de métodos pedagógicos.
En este capítulo presentaremos qué hacen las escuelas avanzadas en pleno 2016 y haremos una lectura sociológica de la oleada de cambio educativo genuino. En primer lugar, analizamos en qué consiste dicho proceso de cambio desde la autonomía escolar que ha posibilitado el desarrollo de escuelas innovadoras en España. En segundo lugar, localizamos y ponemos el ejemplo de algunas de estas escuelas avanzadas que se diferencian del resto de centros tradicionales. En tercer lugar, describimos las múltiples tendencias metodológicas y corrientes pedagógicas que inspiran las escuelas innovadoras. En cuarto lugar, analizamos algunos de los problemas y desafíos a los que se enfrenta la oleada de cambio educativo genuino, concluyendo con la necesidad de impulsar un marco de gobernanza educativa basado en la confianza, la profesionalidad del profesorado, la apertura al entorno y la innovación continua con rendición pública de resultados e impactos.
En suma, se trata de cómo redefinir y poner en práctica una socialización centrada en el derecho a aprender en sociedades y democracias cada vez más complejas, más desiguales, más diversas y con mayores riesgos e incertezas. La ventaja es que las escuelas innovadoras o avanzadas que vamos a analizar ya están funcionando como un ecosistema anticipado capaz de responder al interrogante planteado, puesto que están estructurando un nuevo modelo educativo cargado de futuro y con demanda creciente entre las familias jóvenes.