Con la desaceleración de la actividad económica en numerosas ramas productivas, la gran recesión que ha experimentado España estos últimos años ha reducido el nivel material de vida de amplios segmentos sociales. Sin ánimo de infravalorar la importancia de otras dimensiones, las implicaciones de mayor relevancia social de la crisis económica son casi con toda seguridad las referidas al mundo laboral: la pronunciada caída del PIB se ha traducido en una destrucción masiva de puestos de
trabajo, un incremento vertiginoso de la tasa de paro y un empeoramiento de las condiciones laborales en términos tanto de estabilidad como de ingresos. Tales son, en efecto, los rasgos más visibles de la crisis y, desde luego, los que han generado mayor preocupación social. Precisamente por ello, el deterioro del mercado laboral español en lo que se refiere a sus diversas manifestaciones, las causas del desempleo, las medidas más adecuadas para reducirlo y las posibles maneras de mitigar sus consecuencias han ocupado el centro del debate en las ciencias sociales en nuestro país.
Sin embargo, la revisión de la literatura científica actual indica que, salvo algunas excepciones, en estos últimos años se ha prestado menos atención a la problemática de los cambios recientes de la estructura de clases. Nuestro objetivo en este capítulo es llenar la laguna que existe en la literatura relativa a esta problemática. Más específicamente, perseguimos tres objetivos. En primer lugar, haciendo acopio de los datos pertinentes, nos proponemos describir el cambio de la estructura de clases en los últimos años, destacando su evolución tanto en la fase expansiva de la economía desde finales de los años noventa hasta 2007 como en el período posterior, marcado por la crisis económica. Seguidamente, analizaremos dos procesos que resultan cruciales para la formación de las clases: la contribución demográfica de la población inmigrante a su composición y la dinámica de la movilidad social intergeneracional. Finalmente, indicaremos algunas de las posibles consecuencias de la estratificación de la sociedad española, mostrando cómo la ubicación en la estructura de clases condiciona las oportunidades vitales de las personas en lo que se refiere a su educación, su situación laboral, sus ingresos y su salud.