Una buena manera de estudiar e identificar la atracción generalizada que ejerce el deporte espectáculo y de alta competición en la opinión pública española, consiste en conocer el grado con el que en las familias españolas los padres manifiestan sus preferencias, en un plano ideal, sobre que sus hijos se dedicaran al deporte profesional o de alta competición. Un tema que se ha tratado en sucesivas encuestas, ya que a medida que ha ido avanzando el proceso deportivizador en la sociedad española, al igual que en otras muchas sociedades, son cada vez más numerosos los padres que dedican esfuerzos notables para convertir a sus hijos e hijas en deportistas de alto nivel, habida cuenta de la popularidad y recompensas económicas que acompañan a los triunfos de los mejores deportistas.
En la encuesta sobre hábitos deportivos de la población en España de 2010 se preguntó sobre la preferencia de que fuera un hijo o una hija quien se dedicara al deporte profesional. Se partía del supuesto de que sería más numerosa la población que preferiría que fuera un hijo varón el que siguiera el camino del deporte profesional. Sin embargo, este supuesto no se ha confirmado, ya que tal como se observa en el gráfico adjunto, las preferencias apenas varían entre un caso y otro.
Preferencia por la dedicación de un hijo/a al deporte profesional o de alta competición. En porcentaje. 2010
Nota: La pregunta es: “Con independencia de que Ud. tenga hijos o no y de la edad que estos tengan, ¿le gustaría o le hubiese gustado que un hijo/a suyo/a hiciera deporte de alta competición o deporte profesional?”.
Fuente: Elaboración Fundación Encuentro a partir de CIS (2010): Estudio 2.833. Hábitos deportivos en España (IV).
Los porcentajes de respuesta positiva son muy parecidos: 71% en el supuesto de una hija deportista profesional y 75% en el caso de un hijo. Por eso, cabe suponer que las enormes y crecientes expectativas de éxito económico, social y mediático del deporte profesional están conduciendo a que también se desee, en un plano ideal, que una hija pueda alcanzar una posición destacada en la práctica deportiva, por más que en el plano de la realidad sean muy pocas las mujeres deportistas que consigan una notoriedad similar o parecida a la que alcanzan los mejores deportistas varones Pero una cosa son las preferencias que acompañan a situaciones ideales, que tienen pocas posibilidades de realizarse, y otra bien distinta las preferencias más vinculadas a la vida cotidiana como puede ser el caso de las actividades extraescolares cuya realización se considera más importantes para hijos y para hijas, ya que, en este supuesto más próximo a la realidad, es más fácil que surjan más nítidas las diferencias de género apuntadas. Y así ha sido en efecto, como puede observarse en la siguiente tabla.
Y, entre las siguientes, ¿qué actividad extra-escolar le parecería más importante que realizara o hubiese realizado su hijo/a? ¿Y en segundo lugar?. En porcentaje. 2010
Hijo
|
Hija
|
||||
Primer lugar
|
Segundo lugar
|
Primer lugar
|
Segundo lugar
|
||
Teatro |
5
|
11
|
8
|
11
|
|
Danza/ballet |
1
|
2
|
16
|
15
|
|
Pintura/artes plásticas |
6
|
15
|
8
|
13
|
|
Actividades deportivas |
61
|
12
|
39
|
16
|
|
Música |
11
|
31
|
13
|
21
|
|
No sabe |
14
|
24
|
15
|
21
|
|
No contesta |
2
|
5
|
3
|
4
|
|
Total |
100
|
100
|
100
|
100
|
Fuente: Elaboración Fundación Encuentro a partir de CIS (2010): Estudio 2.833. Hábitos deportivos en España (IV).
Existe una coincidencia en el hecho de que las actividades deportivas son las más elegidas en primer lugar, tanto para los hijos como para las hijas, pero con diferencias numéricas importantes que reflejan con bastante claridad la mayor preferencia del deporte para los hijos que para las hijas: 61% y 39%, respectivamente. Siguiendo con las preferencias marcadas en primer lugar, la segunda actividad señalada es Danza/ballet para el caso de las hijas (16%), frente a un escaso y simbólico 1% para los hijos. Menor desigualdad muestran la música, el teatro, la pintura y las artes plásticas, aunque en todas estas actividades las preferencias son un poco superiores para las hijas en comparación con los hijos varones.
Existe, pues, una clara preferencia para que el deporte atraiga mayoritariamente las actividades extraescolares de los hijos varones, como así sucede en realidad, en tanto que las preferencias por las actividades de las hijas ofrecen una mayor diversidad. Esta situación conduce de hecho a favorecer la masculinidad del deporte en la sociedad española, aunque la mayor diversificación de la oferta de actividades extraescolares parece que vaya adquiriendo un papel más importante en la apertura hacia comportamientos individualizados, más allá de los criterios tradicionales de diferencias de género.