Los inmigrantes participaron plenamente de la euforia colectiva y se embarcaron en la compra de viviendas. Una buena radiografía del comportamiento de la población inmigrante en cuanto a pautas habitacionales se obtiene al analizar el apartado de la Encuesta Nacional de Inmigrantes 2007 referido a la vivienda.
Las tres cuartas partes de los encuestados viven en pisos o apartamentos y el resto en viviendas unifamiliares. Prácticamente la mitad se encuentra en régimen de alquiler (en general no conviven con el dueño), un 10% habita pisos cedidos por familiares con los que conviven y un 5% reside en la casa del empleador. Además, un nada despreciable 26% tiene vivienda propia, aunque en su mayoría con pagos pendientes.
De entre los propietarios, el 68% de las viviendas se compró después 2002 (en pleno boomde nuestra economía) y la vida media de los préstamos supera los 20 años. Sin duda, esto implicaba un proyecto migratorio definitivo, que posteriormente se ha puesto en entredicho al no poder muchos migrantes mantener la capacidad financiera necesaria para afrontar su deuda.
Por antigüedad migratoria, entre los más asentados en España un 50% se declara propietario, frente al 30% de los que llegaron antes de 2002, el 11% de los que lo hicieron antes de 2005 o el 3% de los que vinieron después. Por el contrario, otros regímenes de tenencia más precarios se dan en los más recientes: un 55% de los llegados después de 2002 vive de alquiler, un 10% en cesión y un 7% en el domicilio del empleador. Para los que llegaron con posterioridad a 2005, estos porcentajes son del 52%, del 17% y del 10%, respectivamente.
Pero la crisis también se ha dejado sentir, un hecho que se observa a través de la drástica bajada de hipotecas suscritas por ciudadanos extranjeros y de los dramas de los que han perdido sus casas.
En cuanto a la primera cuestión, el gráfico recoge los datos de los análisis que el grupo Tecnocasa lleva a cabo anualmente sobre el mercado inmobiliario, en los que, entre otras muchas variables, se analiza la composición por nacionalidades de aquellos que acceden a un crédito hipotecario. Mientras que en 2005 un 31,7% de las hipotecas concedidas lo fueron a extranjeros, este porcentaje se ha reducido significativamente hasta 2010, cuando apenas alcanzó el 3,5%. En lo que se refiere a los lugares de procedencia, en 2005 y 2006, alrededor del 20% de los solicitantes eran latinoamericanos, aproximadamente un 6% africanos (léase marroquíes) y un 5% de Europa. En 2007, los porcentajes de nacionalidades solicitantes fueron similares, a excepción de los latinoamericanos, que descienden siete puntos respecto al año anterior. Desde 2008, los solicitantes extranjeros presentan porcentajes mínimos. Con respecto a las características de las hipotecas, no existen grandes diferencias por nacionalidad en cuanto al número de años. El porcentaje que supone la hipoteca respecto al valor de tasación de la vivienda adquirida es ligeramente más elevado en el caso de los extranjeros.
Evolución de las hipotecas concedidas por nacionalidad. En porcentaje. 2005-2010
Fuente: Elaboración Fundación Encuentro a partir de Grupo Tecnocasa: Informe sobre el mercado de la vivienda, varios números.