Prácticamente las tres cuartas partes de los afiliados extranjeros a la Seguridad Social trabajan, y han venido trabajando desde 2002, en construcción, servicio doméstico, agricultura, hostelería, comercio y, en menor grado, en industria. La composición porcentual para el año 2010, ya con la aguda crisis del sector de la construcción, se ve en el gráfico 9.
Gráfico 9 – Extranjeros afiliados en alta laboral a la Seguridad Social por sectores de actividad. En porcentaje. 2011
Nota: No incluye los no clasificables. Datos a 31 de agosto.
Fuente: Elaboración Fundación Encuentro a partir de datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración.
Del total de los afiliados extranjeros, un 13,7% trabaja por cuenta propia, frente al 19% de los afiliados españoles. Este porcentaje ha descendido paulatinamente desde el año 2000, cuando llegaba al 17,1%.
En cuanto a la evolución en el tiempo (gráfico 10), el crecimiento imparable de la construcción se observa con claridad hasta 2007, cuando un 21,1% de los afiliados trabajaba en el sector, al igual que el brusco descenso a partir de este mismo año. Similar comportamiento tiene, por razones obvias, el sector industrial.
Gráfico 10 – Evolución de los extranjeros afiliados en alta laboral a la Seguriad Social por sectores de actividad. Datos a 31 de diciembre . 2002-2011
(*) Datos a 31 de agosto.
Fuente: Elaboración Fundación Encuentro a partir de datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración.
También llama la atención lo que podría denominarse “nichos refugio”: el servicio doméstico, la agricultura y el comercio. El primero tuvo una evolución negativa entre los años 2002-2004, repuntó bruscamente en 2005 y volvió a descender hasta 2007. Desde ese año, ha experimentado un crecimiento sostenido. La agricultura sigue una evolución muy parecida al servicio doméstico. Evidentemente, en ambos casos se trata de trabajos extremadamente duros, con remuneraciones poco atractivas, que se suelen abandonar cuando aparecen posibilidades de empleo en otros sectores con mejores condiciones laborales. En cuanto al comercio, el paulatino aumento de afiliados al sector podría indicar que los migrantes han buscado esta vía de escape. Téngase en cuenta que los trabajos que pueden desempeñarse en esta rama de actividad son variados en cuanto a responsabilidad y cualificación. Evidentemente, los ocupados por los migrantes suelen ser los peor retribuidos.
Por último, la hostelería parece haberse mantenido a pesar de la crisis. En este caso, es indudable la influencia de la coyuntura actual internacional (especialmente la de los tradicionales destinos turísticos del Mediterráneo), que lleva a que España sea considerada un destino turístico seguro.