Pascua contigoUNIJES-Red Ignaciana

Decimocuarta Estación

DECIMOCUARTA ESTACIÓN


La venida del Espíritu Santo, llamada Pentecostés
(Hc. 2,1-12)

Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos reunidos. De repente vino del cielo un ruido, como de viento huracanado, que llenó toda la casa donde se alojaban. Aparecieron lenguas como de fuego, repartidas y posadas sobre cada uno de ellos. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas extranjeras, según el Espíritu les permitía expresarse. Residían entonces en Jerusalén judíos piadosos, venidos de todos los países del mundo. Al oírse el ruido, se reunió una multitud, y estaban asombrados porque cada uno oía a los apóstoles hablando en su propio idioma.  Fuera de sí por el asombro, comentaban: —¿No son todos los que hablan galileos? ¿Pues cómo los oímos cada uno en nuestra lengua nativa?  Partos, medos y elamitas, habitantes de Mesopotamia, Judea y Capadocia, Ponto y Asia, Frigia y Panfilia, Egipto y los distritos de Libia junto a Cirene, romanos residentes, judíos y prosélitos, cretenses y árabes: todos los oímos contar, en nuestras lenguas, las maravillas de Dios. Fuera de sí y perplejos, comentaban: —¿Qué significa esto?

Así es como actúa el Señor en estos tiempos: nos pone a todos a hablar “lenguas” extranjeras, nuevas, o por lo menos olvidadas por la prisa de los días. Nos está impulsando a practicar más la “lengua” de la gratitud, de la comunidad unida por el bien de todos, de poner a la persona en el centro de nuestras decisiones y no mirar a medios para salvarla. También la “lengua” de la generosidad y de la gratuidad, del silencio, del cuidado de la fragilidad ajena, de la a familia disfrutada con alegría… Cada uno puede, seguramente, añadir unas cuantas más “lenguas” que, de repente, parece que sabemos hablar fluentemente, sea en nuestra vida personal, sea en nuestra sociedad.

Verdaderamente el Señor está trabajando en la realidad y en nuestros corazones en este tiempo. Nos está llenando de vida y de amor en medio de tanta fragilidad: ¡nos está inflamando los corazones! A nosotros, nos cabe hacer como los discípulos: acoger sin miedo la novedad que el Espíritu de Jesús Resucitado quiere derramar en nuestras vidas. ¡Ella nos mostrará nuevos caminos y nos llenará de alegría! ¡Y después, no nos queda más que salir a anunciar la alegría de esa nueva Vida descubierta en Jesús!

Canción para saborear: “FuegoCristóbal Fones sj en colaboración con Maxi Larghi. https://www.youtube.com/watch?v=HubSChX7SOQ

                        (Dulce Catarino aci, estudiante de Filosofía)

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