¿Para qué sirve?
El Reloj de la Familia es sobre todo una herramienta que da capacidades a la familia. Hace que la familia fortalezca sus vínculos, entrene habilidades, comparta una visión, ejercite la gratitud, dé ocasión a la reconciliación y se prepare para poder decidir mejor y más juntos cada cosa. Descubrir y redescubrirnos son dos palabras que resumen bien lo que ocurre en esta experiencia del Reloj.
¿Por qué se usa la metáfora del reloj?
Cuando traemos a nosotros la expresión “Reloj de la familia” en muchos se suscita la imagen de un reloj en su hogar: en el salón, en la cocina, en las mesillas de noche o en sus teléfonos móviles. En ocasiones en el hogar el reloj de cada uno va a un ritmo distinto: unos adelantan y otros atrasan, puede que haya uno parado e incluso otro cuyas agujas se muevan pero vayan al revés.
Cuando una familia vive desincronizada, lo que toca es parar y poner nuestros relojes en hora.
¿Cuál suele ser el principal problema de las familias?
Hemos comprobado que con frecuencia el problema de las parejas y familias procede de no encontrar la oportunidad adecuada para poder hablar las cosas de verdad. Las ocupaciones, las prisas y los cansancios nos dejan sin tiempo para lo esencial.
¿Quién puede practicarlo?
El Reloj de la Familia puede ser practicado por cualquier persona que tenga familia. Allí donde hay algo de familia, es muy útil y sanador hacer el Reloj.
¿Cuándo es bueno hacer el Reloj de la Familia?
Aunque no haya graves problemas, el proyecto de cada familia necesita actualizarse debido a los cambios de ciclo, la edad, las circunstancias o la evolución de las personas que forman parte. Quizás los lenguajes se nos agotan cada cierto tiempo y es preciso comprendernos de nuevo.
Especialmente importante es en el comienzo de la vida en pareja, sobre todo cuando se quiere formar juntos un nuevo hogar.
¿Cuáles son los ocho pasos del método?
El Reloj es una herramienta muy sencilla: revisa ocho cuestiones centrales en la realidad de cada pareja o familia. Cada familia recorre su pasado, presente y futuro mediante ocho horas o pasos. Son las notas que componen la música de la familia:
- Disponibilidad
- Gratitud
- Proyecto de Familia
- Libertades
- Decisiones
- Sabiduría del fracaso
- Perdón
- Reconstruir y celebrar
¿Cómo se organiza cada sesión?
Cada sesión tiene siempre la misma estructura: son 4 partes precedida de una acogida y se finaliza con una evaluación.
¿Se hace con la propia familia o con un grupo de familias?
Aunque cada pareja o familia realice con privacidad la experiencia, lo ideal es que mientras se hace se conviva con otras. Por supuesto, es posible que una sola pareja realice este proceso, pero estar al lado de otras que lo estén viviendo ayuda a encontrar pistas, a solidarizarse con otros, a relativizar lo que uno vive al comprobar que muchos otros pasan por circunstancias similares. Aunque la familia conserva en todo momento su ámbito de intimidad y discreción, en parte también es una experiencia de grupo más amplio.
¿Quién ayuda a seguir el reloj?
El proceso está guiado por personas que van a ir explicando las dinámicas y animan y guían al grupo. Les lamamos “relojeros” porque ayudan a que nuestros relojes de familia se pongan en hora. Esos “relojeros” son gente que ya ha realizado la experiencia y tiene suficiente recorrido vital como para compartir buena parte de las principales vivencias de quienes hacen el Reloj. Somos familias ayudando a familias.
¿Pero es un método para cristianos o para todos?
El Reloj de la Familia está inspirado expresamente en valores cristianos pero lo puede practicar cualquier persona y tenemos experiencia en que sea compartido por creyentes y no creyentes. El Reloj está diseñado de modo que pueda ser aplicado como una herramienta pastoral cristiana o se adapte a un grupo diverso en cuanto a creencias religiosas.