¿Qué hacemos?
Las relaciones afectivas al comienzo de la vida son nuestra primera puerta de entrada al mundo social. En ellas, sentamos las bases de nuestra identidad y autoestima, desarrollamos capacidades para regularnos afectivamente, o adquirimos algunos de los patrones de relación con los demás que nos acompañarán durante el resto de nuestra vida. Por ello, las relaciones de apego entre padres e hijos en los primeros años son uno de los principales pilares de la salud mental durante el desarrollo. En consecuencia, la intervención centrada en el vínculo es una estrategia central de protección del menor.
Primera Alianza tiene como objetivo proteger estos vínculos tempranos, allí donde hace más falta: en las familias afectadas por el estrés, la exclusión social o el desamparo, así como en las escuelas infantiles y de educación preescolar. Para el niño, crecer en un contexto de seguridad emocional supone una fuente fundamental de recursos para adaptarse a las adversidades, crecer con salud y desarrollar su potencial.
Para lograr todo esto, Primera Alianza: ayuda a padres y madres a establecer vínculos seguros con sus hijos; forma y supervisa a profesionales de la protección infantil y la intervención familiar; forma y asesora a maestros y profesionales de la educación.