Recuerdo mis últimos años estudiando la carrera, cuando asistí a uno de los talleres de la OPE relacionados con la búsqueda activa de empleo. En aquella formación me presentaron las 3 opciones de salida laboral por las que uno puede decantarse: función pública, cuenta ajena y autoempleo. Según las encuestas que cada cierto tiempo se publican, la mayoría de los estudiantes se decantará por una de las dos primeras.
Yo era uno de esos estudiantes que siempre quiso emprender un proyecto propio. Sin embargo, se dan todo tipo de facilidades para incorporarte a empresas. En cuanto terminé la carrera en la universidad, yo fui uno de reclutados por una de las consultoras más importantes del mundo. Allí desarrollé un trabajo muy intenso en distintos proyectos, donde aprendí las más diversas metodologías. Pero, tras más de 7 años me di cuenta de que me faltaba algo. Tenía la sensación de que podía llegar más, saber más y aportar más. Así fue como decidí emprender un proyecto propio en forma de autoempleo.