Julio Wais, responsable de Comunicación en beWanted
A menudo se tiende a pensar que a la hora de buscar trabajo el candidato junior se debe posicionar como un activo de inmenso valor para la empresa, algo que no es del todo cierto. Las corrientes actuales presentan al joven como un producto ya definido cuyo encaje en un puesto debe ser perfecto. No obstante, este planteamiento se aleja del verdadero objetivo de cualquier candidato junior: demostrar su potencial.
Si se quiere demostrar potencial no es necesaria otra cosa que transmitir el camino realizado para haber conseguido unos objetivos concretos. No se trata –únicamente– de contar que sabes mucho de aquello o que dominas esto otro, sino de cómo ha sido el proceso seguido para poder transmitir al reclutador que sin duda tienes recorrido independientemente del escenario en el que te encuentres. Y si hay una actividad en la que uno puede demostrar su potencial es el voluntariado. En este sentido el voluntariado surge como una oportunidad para la juventud actual de aportar un granito de arena, ofrecer trabajo extra y dar lo mejor de uno mismo por el simple hecho de apoyar a una persona, a una comunidad o a la sociedad. Este gesto, “sumar” en definitiva, es algo que los reclutadores buscan constantemente, una entrega total cuyo significado es el verdadero talento.