«Profesores de la red pública y expertos defienden los avances en el nivel de inglés de las nuevas generaciones y señalan que el objetivo es que se defiendan en esa lengua en el ámbito laboral, no que la dominen a la perfección.
En los últimos años ha tomado fuerza una corriente pedagógica que defiende que el acento británico puro, el llamado Queen’s English (en referencia al de la reina de Inglaterra, Isabel II), ya no tiene que ser el que impere. Esa corriente, conocida como ELF (English as a lingua franca, en sus siglas en inglés), relega la pronunciación estándar británica a otras más neutras en las que el objetivo es hacerse entender. “Lo importante ahora es poder comunicarse, la pureza del acento es cosa del pasado”, sostiene María Luisa Pérez, catedrática de filología inglesa de la Universidad de Jaén y una de las investigadoras de referencia. Esa corriente tiene cierta relación con el debate sobre si el modelo de bilingüismo en inglés en las escuelas públicas españolas está o no a la altura, ya que en algunas autonomías se exige un B2 (nivel intermedio) a los docentes para poder dar clase y en otras un C1 (superior), y en los últimos años casi 90 centros han abandonado ese sistema por considerarlo ineficiente. Pérez alerta, igual que otros expertos en la materia, de que hay una concepción errónea de lo que es el modelo bilingüe. “Es un error pensar que los niños hablarán el inglés igual que el español; lo que se persigue es que tengan un nivel funcional con el que poder comunicarse y trabajar en el futuro”, explica.»
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