«No ha hecho falta más que una pandemia para devolvernos de nuevo el reflejo de una realidad cotidiana que todavía fundamenta la organización social de los cuidados en las mujeres como responsables principales familiares. El estricto confinamiento y la posterior ‘nueva normalidad’ está mostrando a la sociedad con rotundidad la vigencia tanto de la ‘revolución estancada’ como de la aún pseudonormalizada y disimulada ‘doble presencia’ de la mujer en los hogares, algo que persiste en la segunda década del siglo XXI.»
Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: The Conversation