Las dos primeras semanas de cada mes en casa de la mujer y las dos últimas en la del hombre, es el salomónico acuerdo alcanzado por un matrimonio guipuzcoano que, en el convenio regulador de su divorcio, ha consensuado la custodia «compartida» del perro de la familia con un detalle que alcanza hasta los gastos de la «peluquería» canina.
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[fa type=»file-text»] Fuente: ABC